Por Antonio Rivera
No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo, decía el famoso escritor Irlandés Oscar Wilde, pues bien, Justice League es un film que tiene algo que decir. Tras una larga espera para los fanáticos del cine de súper héroes, llegó a la pantalla grande, esta película del Universo DC en la cual se escabullen los viejos mitos del imaginario colectivo.
La vida es más sencilla pensando en estos súper hombres porque se siguen perpetuando las antiguas mitologías en las que una cultura deposita su identidad, es decir, el Poseidón griego funcionaba en la cultura Balcánica-Europea. Hoy, los fenómenos de masas en la era global nos resignifica a Aquaman como un referente del mundo antiguo.
Es cierto, estas películas no nos son ajenas porque Hollywood ha sabido adaptar mitos que son la representación simbólica de nuestros héroes locales; en todo el mundo existen historias apocalípticas contadas desde su respectivo espacio-geográfico, personajes como Hermes (Grecia), Mithra (Persia) Kukulkán (México), nos remiten necesariamente a nuestros referentes culturales (la coyuntura que significa estar interrelacionado en el mundo homogéneo de filmes con impacto masivo).
Tomar lo mejor de cada historia ancestral es un hecho importante para entender por qué los superhéroes modernos nos agradan tanto. Este fenómeno ecléctico parece difundir las historias
modernas en Justice League, la cual tendrá una aceptación favorable debido al hilo conductor con el cual nos identificamos de manera inconsciente desde pasados remotos.
El héroe o los personajes enfrentando el mal. La travesía, los aliados y las pruebas. El mundo ordinario y el mundo especial. El llamado a la aventura; un arquetipo que explicó Joseph Campbell en su fascinante obra, El héroe de las mil caras, que sigue cobrando vigencia porqué siempre nos hemos identificado con un mismo drama, ¡Cierto! Diferentes rostros de una misma esencia. Un sólo vinculo en el cual nos sentimos protegidos.
Tiempo después de la muerte de Superman, el mundo se enfrenta a una nueva amenaza. Bruce Wayne (Batman), recluta a un equipo de superhombres para enfrentar a un nuevo enemigo que podría acabar con la vida en la tierra. Con la ayuda de Wonder Woman, Flash, Aquaman y Cyborg, intentarán combatirlo, sin embargo, la alianza no parece detener el ataque, mientras Superman se encuentra lejos del mundo material.
Es bien sabido que estas películas se mantienen de pie gracias al excesivo uso de la pantalla verde, con secuencias rítmicas cargadas de acción en escenarios sacados de otras realidades en la industria digital que se nos ha heredado. Por momentos, la película parece perder ritmo, y es que suele cargarse de diálogos, a lo que el público puede verse confundido o aburrido, pero cumpliendo con las expectativas a través de acertadas dosis de humor y personajes bien logrados (de acuerdo al rol asignado).
Teniendo como antecedente los
comics y las series animadas con las que hemos crecimos, vale la pena verla. Una opción de entretenimiento viable para
los próximos días en cartelera.
Trailer
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