Por
Indira García.
El
cine de terror es uno de los géneros más constantes en la industria, cada año
tenemos varias entregas de distintos lugares y hay mucho de donde seleccionar. The
Hole on the Ground, titulada en México como El Bosque Maldito es una
película europea que ha dado mucho de qué hablar en festivales alrededor del
mundo.
La
trama gira en torno a Sarah quien está recién separada y se muda junto con su
hijo Chris a un pueblo alejado en una colina. En ese escondite del mundo, sus
vecinos le platican sobre Noreen, una mujer mayor que vive de camino a la nueva
casa de Sarah y que, según todos, cuentan que se volvió loca y mató a su hijo
de 8 años. Cuando Sarah y Chris tienen el primer encuentro con Noreen, ella le
grita a Sarah que el niño no es su hijo. A partir de ahí se desencadena la duda
de Sarah sobre si quien vive con ella es realmente su hijo o es un impostor.
La
película pone en duda la sanidad mental de Sarah, jugando con elementos visuales
y psicológicos para hacer creer por momentos que está loca y que nada de eso
está pasando en realidad para después mostrar pruebas de los elementos
sobrenaturales, y enseguida regresar a cuestionar la cordura de los personajes.
Esta parte de terror psicológico es probablemente una de las razones por las
cuales ha sido comparada con Hereditary y
The Babadook, y aunque esta
producción se les iguala en calidad es mucho menos intensa. El suspenso es
constante y lo manejan de la mejor forma posible, hay momentos donde es
evidente que pudieron caer en jump scare pero
supieron mantenerse fieles a la línea que plantean desde un principio.
La
historia, aunque por momentos parece que toma elementos de otras, es original y
conforme se desarrolla podemos apreciar más lo bien trabajada que está, dejando
como resultado final un relato que promete convertirse en un referente del
género. Parte del mérito final, por su puesto, se debe a las actuaciones de los
protagonistas.
El tener un niño diabólico
en pantalla siempre resulta en pesadillas (claros ejemplos son Pet Sematary
y The Omen), el contraste de inocencia y dulzura con actitudes radicales y
agresiones solo queda bien logrado cuando el cast es bueno; afortunadamente The
hole in the gound tiene este punto muy a su favor. La fotografía y el
sonido también son elementos extras que colaboran a que el espectador se sienta
enclaustrado y ansioso por lo que está por pasar.
La
cinta es recomendable para fanáticos del terror y también para los que no son
tan adeptos. Es visualmente atractiva (las tomas de paisajes, los bosques y el
pueblo son muy bonitos) y entretenida,
una excelente propuesta alejada de los sustos hollywoodenses.
Trailer
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