Por Eduardo León.
Fotografías por Carolina García.
CDMX. 25/04/2018. Dentro del ornamentado salón del Hotel Four Seasons en la CDMX, los medios de comunicación acribillaron con sus destellos y miradas al rostro del actor canadiense Ryan Reynolds, quien visita México para promocionar su segunda puesta en escena en la cinta Deadpool 2.
Custodiado por su actitud afable, relajada muy apegada a la irreverencia y autenticidad de su personificado antihéroe, Reynolds se enorgullece de haber concluido el rodaje y que la cinta (con estreno próximo el 18 de mayo), llegue a nuestro presente para disipar la devastadora rutina.
Bajo la conferencia orquestada por la prensa mexicana, el actor de 41 años comentó que la película se vio apretujada por la exigencia y los permisos de su productora 20th Century Fox, sin embargo la clasificación “R” funcionó para desprenderse y llevar los límites y personalidad de Wade Wilson aún más allá.
Idiota, inmaduro e impaciente es como Ryan Reynolds denomina a Deadpool, su privilegio mayor, en el que invertía diariamente de 20 a 30 minutos para colocarse el atuendo del mercenario. Actividad que realizó alrededor de un año de filmación.
“¿Cómo no parecer un idiota?”, fue lo que pensó el artista al verse envuelto en un enorme condón rojo. Un hecho que lo atemorizó con la cómica idea de vomitar teniendo la máscara puesta o ser olvidado dentro del traje por sus colegas de producción.
Reynolds también mencionó que el largometraje posee un ramal inclusivo en el que se aprecian roles femeninos tenaces, vínculos homosexuales y harta mofa para terceros. Un metraje que él considera como una normalización social con la que debemos simpatizar.
La empatía habitual es menester para el actor. Se refiere a ella como la capacidad que debe enseñarse a los infantes, dentro del nicho educativo y familiar. Con el mero fin de vislumbrar hebras sensibles y humanas como un canal para evitar la violencia y tiroteos hacia el prójimo.
Entre carcajadas, respuestas ingeniosas, admiradores, chimichangas, tacos y cupcakes adornados con el rostro de Deadpool, fue el escenario en el que se presenció un vistazo más íntimo del actor Ryan Reynolds. Quien protagoniza la secuela que promete extasiar al público geek, hacernos doblar de la risa y mitigar nuestro cansancio con más acción del inmaduro ser ficticio que fractura la cuarta pared.
Busca nuestra reseña el 11 de mayo en este blog.
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