Por Eduardo León.
Cuántas alternancias afectivas nos han ofrecido distintos
artistas cinematográficos dentro de la corriente queer surgida en los 90s.
Inquietudes fílmicas en las que se funden pasiones, añoranzas, ideales, tristezas y
prohibiciones, que nos sugieren varios encierros por los que fluye el ser
humano en cuanto al hallazgo de sí mismo y de su dicha emotiva.
El director chileno Sebastián Lelio, lo hizo con su Mujer
Fantástica en el 2017 y sin despegarse del hecho funesto (que actúa como el quiste
en el alma de sus protagonistas), se vuelve a sumergir en los terrenos de la
libertad y condición humana que son vapuleados por la sociedad.
El amor es un acto de desafío, una declaración que
retumba a lo largo de la historia escrita por Lelio en la que Ronit (Rachel
Weisz), vuelve a su comunidad judía para despedir al cuerpo de su padre y
reencontrarse con la atracción y el deseo reprimido de su infancia, puesto en
los labios de Esti (Rachel McAdams).
Crear una narrativa verosímil. Montar un contexto fiel a
la realidad en otro continente. Trazar expresividad en las facciones de los
personajes. Envolvernos en un ambiente frío, vaporoso y percibir la
conflagración interna de las protagonistas, es lo que el cineasta Sebastián
Lelio logra de una forma bella y sutil.
Rachel Weisz y Rachel McAdams, se aprehenden de la
psicología de sus personajes y lo representan en la química actoral que rasguña
el erotismo, la pena, los dogmas religiosos y el atosigamiento marital. Volviendo
al largometraje en una pieza de crítica social hacia el respeto y la ruptura de
esquemas vistos desde un romance homosexual.
Acosado por la defunción, el duelo póstumo, la libertad y
violencia cautelosa que flamean en la mente del cineasta, Sebastián Lelio nos
vuelve a entregar una propuesta cinematográfica de libre albedrío en la que
desobedece toda ideología conservadora y nos aproxima al deseo más congénito
del ser humano.
Desobediencia es un largometraje que probablemente
luzca como otro drama LGBT, pero que en su trasfondo opta por un mensaje
sincero y emotivo el cual se resume en el siguiente fragmento de la canción
Lovesong de The Cure:
You
make me feel like I am home again.
Whenever I’m alone with you,
You make me feel like I am whole again…
Whenever I’m alone with you,
You make me feel like I am whole again…
Trailer
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