Por Mei.
Las películas de tiburones son una
categoría que ha ido aumentando exponencialmente en los últimos años, aunque
siempre en producciones de bajo presupuesto. Con Megalodón Hollywood (en coproducción China) decidió apostar por
este mercado para crear un blockbuster veraniego.
La premisa
es que en un centro de investigación abren paso a un tiburón prehistórico hacia
la superficie durante una expedición, por lo que deben detenerlo antes de que
ataque. Los promocionales de la cinta mostraban claras referencias a Tiburón
(1975), creando una expectativa de destrucción.
Tiburón fue la película que lo
inició todo, pauto el momento en el que el mar se convirtió un elemento que inspira
miedo, y con los años los animales marinos han mutado en diversas cintas de
masacre en el agua. Este no es el caso de Megalodón, que aun siendo el tiburón
más grande que nos ha presentado el cine y encontrándose en las costas más
pobladas de Asia no logró comer siquiera una lancha entera.
En los 100 minutos
que dura la película podemos ver casi la mitad del tiempo close ups a la cara
de Jason Stathman, el héroe protagónico que busca redimir los errores de su
pasado salvando a la humanidad. Los demás personajes son poco memorables y sin
trasfondo, únicamente la pequeña Shu Ya Cai roba pantalla y logra divertir con
un par de chistes.
Hacer que
algo así fuera aburrido parecía difícil, pero lo lograron con una historia
lenta y poca acción. Optaron por la línea tradicional de sentimentalismos y
engrandecimiento de héroes (similar a lo fue Guerra Mundial Z en su momento) olvidando totalmente que el terror/suspenso también
funciona con el amor combinado de la manera correcta, como en Tren a Busan.
No es nada
recomendable para fanáticos del terror, tampoco para quien espera mucha acción.
Sin embargo, es bastante digerible y su clasificación B hace que las salas se
llenen de niños y preadolescentes que al parecer la disfrutan mucho y quedan
encantados.
Trailer
No hay comentarios:
Publicar un comentario