Por Diego Rodmor.
Resulta
interesante ver a un director como Eli Roth, quien nos tenía acostumbrados a
películas con un impacto visual estremecedor, explorando otros géneros en sus
trabajos de forma favorable. Acostumbrados a proyectos llenos de violencia
gráfica y gore como La Cabaña Sangrienta,
Hostal, Hostal II y Green Inferno,
el cineasta estadounidense realiza un cambio en su filmografía al explorar un
suspenso más digerible en la película El Lado
Oscuro del Deseo.
Posteriormente se introduce en el género de acción con Deseo de Matar, remake de Vengador Anónimo protagonizado por Buce
Willis. Ahora su séptimo trabajo es un relato infantil titulado La Casa con Un Reloj en sus Paredes que
está lleno de magia y misterio pero que también rescata toda esa herencia que
caracterizó a sus primeros largometrajes dentro del género de terror.
La Casa con Un Reloj
en sus Paredes adapta la novela gótica juvenil de John
Bellairs y nos muestra el cambio de vida de un niño que se ha quedado huérfano
y que se muda a la casa de sus tíos. Marginado en la escuela por sus gustos
raros, poco a poco va descubriendo las curiosidades que esconde su nueva casa
hasta enterarse de que sus tíos son dos hechiceros retirados que pretenden
enseñarle todos sus conocimientos para enfrentar los peligros que se acercan.
El joven Owen Vaccaro, protagonista del filme, no está mal
en su papel de bicho raro y hace una excelente mancuerna con los
extraordinarios Jack Black y Cate Blanchett, quienes interpretan a los
misteriosos tíos de una forma genial, divertida, entrañable. Los tres actores
son más que suficientes para llevar el peso de toda la historia y aunque al
principio se puede tornar pesada para los espectadores más jóvenes, poco a poco
va tomando fuerza hasta lograr esa conexión con el cinéfilo y presentarnos al
villano, el cual tiene un aspecto físico de pesadilla y nos remite a aquellos
escabrosos personajes de la década de los ochenta.
En cuanto a los detalles técnicos, la película es
excepcional. Eli Roth no sólo logra de forma efectiva una ambientación
interesante de la década de los cincuenta, sino también nos muestra una casa
imponente atascada de detalles escalofriantes y de habitaciones intrigantes. La
misma casa es un personaje más dentro de este relato con muy buenas pinceladas
góticas.
También hay que destacar su aspecto visual y su aspecto
sonoro. Las imágenes que trazan la historia son tenebrosas, oscuras, llenas de
pequeños detalles. En ocasiones ciertos sucesos del pasado son representados
con técnicas de cine mudo. La música logra envolver al espectador dentro de
todo el misterio que presenta la película. Vuelve ligeras ciertas situaciones
que con otro score serian realmente
escalofriantes.
La historia no muestra nada nuevo pero logra encontrar su
identidad gracias a la atmósfera que generar. A pesar de ser una película para
toda la familia existen escenas que son verdaderamente aterradoras. Eli Roth no
parece tener miedo de mostrar buenas dosis de terror o de tratar temas más
complejos como la muerte o la soledad y ese es un enorme acierto dentro de la
película ya que le da ciertos matices a sus personajes que toda la familia
podrá disfrutar.
Eli Roth no decepciona con La Casa con Un Reloj en sus Paredes y logra entregarnos una
película de terror para toda la familia que se atreve a hablar de temas
complicados y que cuenta con magníficos aspectos técnicos. Muy recomendable
para esta temporada.
Trailer
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