viernes, 1 de noviembre de 2019

Terminator: Destino Oculto | Reseña

 

 
Por Rocío López.

Una de las franquicias de acción más reconocidas y queridas por el público es aquella que inició con Terminator (1984) y continúo con Terminator 2: Juicio Final (Terminator 2: Judgment Day, 1991). Aunque después se desprenderían tres películas más, ninguna estuvo a la altura de las dos primeras. Pese a estos tropiezos, llega a las salas de México Terminator: Destino Oculto (Terminator: Dark Fate), dirigida por Tim Miller, escrita y producida por James Cameron junto con David Ellison.

La historia se centra en Dani Ramos (Natalia Reyes), una joven mexicana que vive con su hermano (Diego Boneta) y su padre. Sin embargo, su tranquila vida se interrumpe cuando aparece un nuevo terminator (Gabriel Luna), el cual es enviado desde el futuro y con la misión de asesinarla, pero Dani contará con la protección de Grece (Mackenzie Davis), un cyborg (mitad humano/máquina). Ese será el comienzo de una nueva guerra entre máquinas mejoradas, que contará con la ayuda de Sarah Connor (Linda Hamilton) y T-800 (Arnold Schwarzenegger).

Cabe desatacar que Terminator: Destino Oculto es una secuela de la segunda entrega, por lo que desde los primeros minutos nos presenta a Sarah Connor en el psiquiátrico relatando los acontecimientos de el día del Juicio Final, en la que salvó a la humanidad del apocalipsis, esta introducción también servirá para poner a la audiencia en el contexto en el cual se desarrolla la trama de la nueva entrega.

Uno de los mayores aciertos es el regreso del elenco original, Hamilton es simplemente brillante, la actriz cuenta con 63 años, logra una interpretación verosímil sin necesidad de efectos especiales de por medio, además de que enseguida trasmite la química con Schwarzenegger como si no hubiera pasado el tiempo. Aunque en esta ocasión el actor australiano no lo veremos portando su clásica chaqueta de piel, grandes botas y lentes oscuros, es el encargado de darle el toque de humor y entrega una actuación sólida. 
 

Davis, conocida por su participación en el largometraje Tully (2018), esta a la altura de los protagonistas y encaja a la perfección. Por otra parte, uno de los desaciertos es el villano, ya que Luna, pese a sus esfuerzos, no representa una gran amenaza por lo que le quita credibilidad.

El guion a cargo del cineasta Cameron, reconocido por las películas Avatar (2009) y Titanic (1997), junto con David S. Goyer, Justin Rhodes, Billy Ray, entre otros, quienes no innovan, puesto que es la misma historia que vimos con anterioridad, sólo que ahora el salvador de la nueva resistencia es una mujer, el cual es otro punto a favor, debido a que el personaje interpretado por Reyes, es más notorio el arco de trasformación y no sólo eso, sino que también es el vínculo para que se aborde un tema actual e importante: el padecer de los emigrantes por conseguir el “sueño americano”. Asimismo, es interesante que la salvadora sea mexicana y no estadounidense como siempre suele ocurrir.

En cuanto a la dirección, Miller nos ofrece escenas de acción emocionantes, con enfrentamientos impresionantes bajo el agua. El también artista de efectos visuales consigue darle su sello personal con el humor ácido que lo caracterizó en su filme Deadpool (2016).

Terminator: Destino Oculto es predecible, no obstante, se arriesga con algunos giros argumentales que funcionan al final gracias a las magníficas actuaciones. Mantiene el equilibrio entre el drama, acción y humor, por lo que resulta ser una película entretenida. De igual manera, se apoya de la nostalgia y demuestra ser un homenaje de sus antecesoras y un digno final o el posible comienzo de un nuevo universo de esta saga. 
Trailer 

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