Por Diego Rodmor.
Todavía recuerdo el día en el que estuve en una sala de cine disfrutando de Tren a Busan. El cineasta Yeon Sang-ho logró de forma acertada retomar al último monstruo contemporáneo y ponerlo dentro de un escenario asfixiante, entregándonos un excepcional trabajo dentro del subgénero zombie.
Ahora, después de cuatro años, el mismo director regresa con Estación Zombie 2: Península, secuela de aquella joya surcoreana que no podía pasar por alto pero que debido a la pandemia tuve que posponer varias veces. Finalmente pude llegar a ella y el resultado ha sido completamente opuesto a lo que Sang-ho nos entregó en el primer largometraje.
El filme en cuestión se ubica unos años después de los eventos ocurridos en Tren a Busan. Ahora seguimos a un soldado y su escuadrón, quienes intentan recuperar un camión lleno de dólares estadounidenses ubicado en la península coreana, en medio de hordas de violentos muertos vivientes.
El más reciente filme de Yeon Sang-ho pierde toda la frescura que presentó en el capítulo anterior de esta franquicia. Mientras que en el trabajo previo presenta un escenario hostil, claustrofóbico y con varias pinceladas del drama más desgarrador, en esta ocasión coloca su relato en el más común de los lugares y no existe una química entre el espectador y los diferentes personajes que se van presentando.
Si bien, tiene un par de momentos geniales -ese inicio es brutal al igual que aquella alucinante secuencia de la batalla en la arena improvisada dentro de un centro comercial-, la película en su totalidad es bastante pesada y no se diferencia en nada de alguna de las repetitivas situaciones mostradas hasta el hartazgo en la serie The Walking Dead.
Las secuencias de acción están atascadas de efectos por computadora y durante esas escenas recordé las palabras que George A. Romero mencionó sobre Dawn of the Dead de Zack Snyder: no tiene sentido la historia y es más parecida a un videojuego. Desde luego que la ópera prima de Zack Snyder es superior a esta secuela de Yeon Sang-ho pero definitivamente hubo momentos en los que las situaciones eran inverosímiles y las imágenes sacadas del videojuego más reciente del género.
Quizá podría decir que la película es entretenida pero en realidad pierde también ese objetivo conforme avanza su trama y muestra más de lo mismo. El tercer acto intenta sorprender con un giro dramático en un intento por copiar la vuelta de tuerca del largometraje anterior, pero después de olvidar la originalidad y presentar un puñado de personajes bastante medianos, no existe ninguna sensación de apego hacia sus protagonistas y el cierre del filme no logra su cometido.
Tal vez pueda ser un proyecto divertido para muchos de los espectadores pero para aquellos que buscan una propuesta que iguale a la estupenda cinta anterior, seguro Estación Zombie 2: Península les dejará un mal sabor de boca al ser un relato que no muestra nada que no hayamos visto antes dentro de este subgénero bastante explotado durante las últimas dos décadas. Una secuela bastante olvidable.
Trailer
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