“Casi nunca se trata de la ley, sino de acuerdos, transacciones y de facturar la mayor cantidad de horas posibles”
The Collini Case, dir. Marco Kreuzpaintner
En la Alemania de 1968 fue aprobada una de esas leyes que no protegen más que aquellos quienes las fabrican y relegan a cientos de desprotegidos. Así, se vislumbra, una vez más, la putrefacción de un sistema judicial que no busca la justicia, sino la conveniencia; La Ley Dreher benefició a un sinfín de nazis accionarios de crímenes de guerra que quedaron impunes.
A través de la adaptación de la novela escrita por Ferdinand von Schirach, el director Marco Kreuzpaintner, con un guion coescrito por Robert Gold, Christian Zübert, Jens-Frederik Otto, retrata uno de los hechos más deleznables en la historia de la humanidad: las consecuencias de la Alemania nazi en The Collini Case.
La premisa del rodaje se desdobla en el 2001 alrededor del juicio en contra de Fabrizio Collini (Franco Nero), un italiano sin aparente pasado, tras el asesinato de Hans Meyer (Manfred Zapatka), un empresario de “afable” imagen, y las dificultades que enfrenta el abogado defensor, Caspar Leinen (Elyas M’Barek), al adquirir el caso como público.
La estructura narrativa del filme, construida en flashbacks, permite conocer la relación entre Meyer y Leinen, -casi- como de padre e hijo, sin embargo, se buscan tangentes para justificar las decisiones del personaje y situarlo en un protagónico polarizado de principio a fin, exceptuando el cambio del recién egresado, cuando en un inicio se presenta con gran entusiasmo frente al caso y vira a una actitud hostil al saber que defendería al asesino de quien fue una figura paterna para él durante su infancia y su primera juventud, y la cual, más adelante, se disuelve.
Aunque la película cuenta con una entrega actoral totalmente sólida, como es el caso de Heiner Lauterbach, no sólo en su actuación, sino en la propia construcción de su personaje, y contrario al predecible de M’Barek, además de una producción cinematográfica gozosa, el intento reflexivo de la historia en tanto a la disparidad entre “legalidad” y justicia, parece no ser resuelto del todo al final del rodaje. Y, pese a ello, el filme llega a escenas emotivas que recaen en las ubicadas en Italia del 68 donde se observa y se siente el sufrimiento de familias derruidas por los caprichos de un ejército con ansía cruenta como lo fue el dirigido por Hitler.
Por sí solo, el relato enriquece la hechura cinematográfica, pues al contrario de las historias detectivescas que pretenden encontrar a un culpable, ésta se focaliza en los motivos del acusado y humaniza la personificación que encarna Nero: un humano que no es demonio, ni ángel, tan sólo humano.
Historia de un Crimen, título que se le dio en México, ya se encuentra disponible en carteleras comerciales, consulta la de tu preferencia.
Trailer
No hay comentarios:
Publicar un comentario