jueves, 7 de diciembre de 2017

LOS PREMIOS FÉNIX 2017: DEL LADO DE ACÁ

FOTO. Eduardo León

Por Eduardo León

Ubicado en la calle Donceles del Centro Histórico de la Ciudad de México, el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris fue edificado entre 1917 y 1918 bajo el estilo neoclásico de los arquitectos Ignacio Capetillo y Federico Mariscal, que consumaron el anhelo de la cantante, actriz y vedette María Esperanza Bofill Ferrer.

Fue en aquel ornamentado sitio en donde el 6 de diciembre del 2017 se congregaron personalidades ligadas íntimamente a la seductora anatomía del séptimo arte, con la intención de honrar a las mejores obras cinematográficas y de televisión en sus 23 categorías nominadas al Premio Fénix.

Una turba de personas, carpas y carteles se imponían frente al Palacio Legislativo. “Vivienda pagada, no regalada”; “Dónde quedó el dinero. Que el mundo nos mandó. Que no se hagan pendejos. Peña se lo robó”, eran las exigencias del Congreso Popular que recibían a la prensa invitada a la noche de premiación.

A las espaldas del insurrecto escenario se extendía pretenciosa la alfombra roja, franqueda por muros oscuros en los que se leían los nombres de los patrocinadores como: Cinema 23, Netflix, Cinépolis, El País, Canal Once o Museo Arocena. Las luces a lo alto aguardaban sigilosas al anochecer para enlucir los rostros y la indumentaria de los talentos nominados, en la velada que difunde y premia al cine independiente, social y de protesta en Iberoamérica.

Los reporteros y camarógrafos ataviados en atuendos formales, se almacenaban en sus “corrales” desde las 15:30 hrs; colocaban sus trípodes, micrófonos y luces. El clima templado era idóneo. Las sombras del atardecer acentuaban las grietas en los edificios, en donde alguno que otro curioso presenciaba, desde su balcón o ventanal, la llegada y travesía de las celebridades por el tapiz y las cámaras.

Acechando las 18 hrs y con el sol procreando la noche, las personalidades fueron captando la atención de la prensa. Celebridades nominadas como las actrices Liliana Biamonte, Paulina García; el crítico de cine Isaac León Frías; el director y productor Pablo Larraín; los actores invitados Marcela Guirado y Osvaldo Benavides, fueron compartiendo sus perspectivas y experiencias respecto a la cuarta edición de los Premios Fénix.

Entre “chacaleo”, gritos abrasadores, destellos y declaraciones, se recibieron a algunos pilares del talento mexicano como Verónica Castro, que con su trayectoria y naturalidad cautivó a los corresponsales. Luis Gerardo Méndez con su desmedida popularidad por la serie Club de Cuervos y su filme en cartelera “Camino a Marte”, transitó velozmente hacia el interior del teatro. Esmeralda Pimentel, Cecilia Suárez y Francisco De La Reguera fueron reconocidos por los reporteros tras la función de prensa de la cinta de Hugo Lara, “Cuando los Hijos Regresan”.

La estera carmesí atestiguó las andanzas de Maya Zapata que asistió por la serie nominada de Fox, “Run Coyote Run” en la que participa. El director Sebastián del Amo compartió su próximo largometraje, el cual será una adaptación de la obra detectivesca El Complot Mongol de Rafael Bernal publicada en 1969. La veracruzana Ana de la Reguera arribó como presentadora de un galardón y no desistió en mencionar Gucci cuando se le cuestionaba sobre su vestidura. Tras el estreno de 120 Battements Par Minute, su protagonista Nahuel Pérez Biscayart, se mostró reservado al ser fotografiado.

Las fracciones musicales Molotov, Nortec, Rossy de Palma y Natalia Lafourcade posaron ante la obturación de las cámaras, dispuestos a despabilar los oídos de los asistentes con sus peculiares estilos musicales.

Tras dos horas de charlas, fotografías, distinción, actitudes, emociones y comentarios introspectivos, cada talento se adentraba al Teatro de la Ciudad para ocupar su butaca y testificar o ser acreedor del Huevo Fénix como galardón por fomentar las realidades alternas desde el arte del cine y la actuación.

Los nombres de los ganadores se emitieron ágilmente. La producción mexicana La Libertad del Diablo, acumuló tres premios: mejor documental, mejor fotografía de documental por María Secco y mejor música por Quincas Moreira.

La cinta chilena Una Mujer Fantástica se alzó victoriosa al poseer tres de los más representativos Fénix: mejor largometraje de ficción, mejor dirección por Sebastián Lelio y mejor actriz por Daniela Vega.

Un Monstruo Viene a Verme se llevó cinco galardones en las categorías de: mejor diseño de arte por el mexicano Eugenio Caballero; el trabajo en conjunto de Marc Orts, Peter Glossop y Oriol Tarragó como mejor sonido y el premio de exhibidores por Juan Antonio Bayona.

El actor argentino Oscar Martínez quien se mantuvo ausente, colocó un cimento más en su trayectoria al llevarse el premio a la mejor interpretación masculina por la cinta El Ciudadano Ilustre.

Entre el resto de las personalidades merecedoras al Huevo Fénix se encuentran: Ramiro Civita por mejor fotografía de ficción en El Invierno; mejor guión por Carla Simón en Verano 1993; mejor edición por La Fábrica de Nada; Club de Cuervos como mejor serie de comedia; Narcos como mejor ensamble actoral y mejor serie de drama. El premio a trabajo crítico fue para Isaac León Frías y el galardón a la trayectoria fue otorgado a la argentina Norma Aleandro.

Los estragos de la cuarta velada Fénix emergieron en la fatiga de nuestros pies, en el embarullo mental y en las ideas aleteando dentro, luego de haber presenciado la demasía de talento aberrante que nos obsequian los artistas iberoamericanos, y sus ánimos de retirar puntada por puntada de la sutura visual a la que nos han o hemos acostumbrado.


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