Por Carolina García.
Las paredes del Foto Museo Cuatro Caminos se inundaron de sublevación, contracultura y demencia después de la llegada de Mick Rock y la Foto Galería STARMAN que desviste al camaleón más icónico de la cultura Pop, David Bowie. La sede ubicada en Ingenieros Militares 77, Naucalpan de Juárez, es un espacio con grandes ventanales en su entrada, acompañados del mural con las diferentes etapas del personaje que ha revolucionado no sólo la moda, sino el mundo artístico.
En medio de bebida y un montón de camarógrafos, con líquidos extenuantes derramados entre los poros de su piel, provocado por el intenso calor, después de una corta y ansiosa espera, sube como ponente Mick Rock, el fotógrafo de lo rockstar, involucrado en el éter de las sustancias químicas placenteras, degustando nuestras pupilas con 80 fotografías que retratan lo inefable de Bowie en neones, en rojos, en rosas, blancos y negros, ambos jugaron en lo más genuino del rock; en backstage, evaporando cenizas de su cigarrillo. Acompañado de un pintoresco humor, bajo el mote del hombre que fotografió a los 70, inició el recorrido de la memoria fotográfica sin dejar a la imaginación qué podría estar haciendo Bowie.
Con un estilo particularmente enmarcado en colores oscuros, muy apegado a las ropas ochenteras, con chamarras de mezclilla, Mick cuenta la planificación del montaje remontado un año atrás y describe a Bowie como un disparador (a shot), mientras posicionaba sus manos hacia al frente como si tuviese una pistola entre sus dedos.
He was a shot, a voz de Mick Rock.
David wasn´t a problem, Mick Rock.
El extasío del camaleón impreso en videos, pistas musicales, actividades interactivas y fotografías esperan a ser visitados en el Foto Museo Cuatro Caminos, durante las próximas cinco semanas.
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