Blumhouse es una popular casa productora
que nos ha entregado varios filmes de terror interesantes y taquilleros. Su
propuesta dentro del género inició con Actividad
Paranormal, largometraje exitoso que le daría la oportunidad de explotar el
tema en varias secuelas. También produjo la genial La Noche del Demonio, filme que de igual forma traería detrás
nuevos capítulos que asegurarían la taquilla con ingredientes similares a su
primera entrega. La Noche de la Expiación
y Siniestro son otros proyectos
rescatables dentro de esta casa productora. También cuentan con sus respectivas
secuelas. Ahora su propuesta dentro del género para estos días es la película Verdad o Reto y la sorpresa ha sido
enorme ante semejante proyecto.
La historia nos
habla de un grupo de jóvenes amigos que se va de vacaciones a México. Ahí,
después de una fiesta, deciden explorar el lugar motivados por un individuo que
acaban de conocer esa misma noche y es así como llegan a una iglesia abandonada
en donde empiezan a jugar Verdad o Reto. Lo que no saben es que ese juego tiene
una maldición antigua que los obligará a jugar desde cualquier lugar y cuyas
consecuencias resultarán mortales para ellos.
Como mencioné
anteriormente, este proyecto de cine ha sido sorpresivo. Blumhouse nos ha
entregado joyas como ¡Huye!, Fragmentado y prepara la próxima entrega
de Halloween. Sin embargo,
apreciables cinéfilos, en esta ocasión nos entrega una historia que no sólo
vuelve a explorar un tema que ya hemos visto varias veces, sino que lo hace de
una forma ridícula y que al final provoca una risa involuntaria.
El filme inicia con
uno de los clichés hollywoodenses del cine de género más conocidos al
mostrarnos al clásico grupo de amigos gringos que viajarán al extranjero y que
ahí, fuera de su país, encontrarán una maldición que ya en casa les hará la
vida imposible y sacará a flote todos los secretos que existen en este supuesto
grupo de unión fraternal. Desde los primeros minutos cualquiera será capaz de
suponer lo que posiblemente sucederá.
La maldición es
adquirida y el terror llega o al menos pretende hacerlo. Este trabajo no es
capaz de transmitirlo. Resulta imposible hacerlo cuando cada acción es por
completo ridícula. A partir de que los jóvenes empiezan a morir a la Destino Final debido a que no cumplen
los retos que el maligno juego les pone, la cinta se vuelve risible y
completamente predecible. Las escenas de miedo son de pena ajena y las acciones
y retos que surgen son en verdad patéticos (un juego que te mata porque no te
atreves a mostrar los genitales en un bar... sí, de eso va la película). Lo
peor de todo es que no es un trabajo que juegue con la comedia. La película en
verdad se lo toma en serio. La película en verdad pretende causar miedo.
Evidentemente no lo logra.
Las actuaciones y
los detalles técnicos son adecuados para el tipo de historia que se nos
presenta. Nos encontramos ante un trabajo risible pero que no es divertido. Por
el contrario, es un filme tortuoso de esos que provocan el abandono de la sala
por parte de los espectadores ante un relato contradictorio.
Evitar esta película
será lo mejor que podrán hacer ante una propuesta mucho más rica dentro de la
cartelera. Muy mal por Blumhouse. El género de terror es un género muy delicado
y lo peor que podría pasarle a un filme de estos es que pretenda generar miedo
y en lugar de causarlo genere risas. Esta es una de esas películas.
Trailer
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