Por: @DonCinefilo.
En la actualidad
el cine mexicano se divide en dos categorías: el cine comercial, que está
plagado de celebridades y que cumple con las exigencias mínimas de un público
que solo busca el entretenimiento; y el cine festivalero, con un enfoque más
artístico y dedicado a su trascendencia cinematográfica que al complacimiento
de sus espectadores. Sueño en Otro Idioma es una cinta
que encuentra el balance perfecto entre lo artístico y lo comercial, gracias a
la rigurosa realización de Ernesto Contreras, quien a lo largo de su carrera ha
demostrado que es uno de los cineastas más apasionantes dentro de la industria
nacional. En su tercer largometraje, Contreras explora nuevos territorios,
tanto geográficos como narrativos, sin dejar a un lado su voz autoral.
A raíz de la
inminente desaparición de la lengua prehispánica zikril, un joven lingüista
llamado Martin (Fernando Álvarez Rebeil) llegará a una selva veracruzana con el
fin de recolectar información que ayude a preservar la lengua. Al morir la
persona con la que se entrevistaría, Martin deberá recurrir a los dos últimos
hablantes de la lengua: Don Evaristo (Eligio Meléndez) y Don Isauro (José
Manuel Poncelis), dos viejos amigos que tras una disputa del pasado llevan 50
años sin dirigirse la palabra. Martin encontrará el amor en Lluvia (Fátima
Molina), una locutora que enseña a los habitantes de la región el vocabulario
básico del inglés, y que además es nieta de Don Evaristo.
Por medio de
flashbacks, Contreras nos invita a las playas veracruzanas para ser cómplices
de Evaristo (Juan Pablo de Santiago) e Isauro (Hoze Meléndez), dos amigos
inseparables, cuya amistad se verá fracturada por la presencia de María
(Nicolasa Ortiz Monasterio), una chica de la alta sociedad, quien tras un
malentendido provocó una ola de resentimiento eterno en la vida de ellos. Es
difícil no recordar a los charolastras Julio
y Tenoch que interpretaran Gael García Bernal y Diego Luna en la mundialmente
reconocida Y Tú Mamá También (2001),
gracias a la gran química que existe entre Juan Pablo de Santiago y Hoze
Meléndez.
La cinta aborda
uno de los temas más recurrentes dentro de la filmografía de Ernesto Contreras:
La fractura emocional. En Párpados Azules (2007), Marina
(Cecilia Suarez) es una chica introvertida que tras ganar un viaje para dos
personas trataría de llenar el vacío interno con la presencia de Víctor
(Enrique Arreola), un antiguo compañero escolar del cual no tiene recuerdo
alguno. En Las Oscuras Primaveras (2013), Igor (José María Yazpik) es un
hombre atormentado por un matrimonio que lo tiene preso, y Pina (Irene Azuela)
es una madre divorciada que desquita sus frustraciones con su hijo pequeño,
tras un encuentro fortuito ambos buscarán una manera de sanar sus problemas
internos. En Sueño en Otro Idioma encontramos la fractura en Don Evaristo,
que al ser informado que para salvar al zikril deberá reunirse con Don Isauro,
enfrentará a sus demonios internos para poder perdonar a quien fuera su mejor
amigo.
Sueño en Otro Idioma es una cinta plagada de aciertos
cinematográficos, la manera en la que Tonatiuh Martínez (fotógrafo de cabecera
de Ernesto Contreras) retrata los paisajes tropicales crea una experiencia
onírica que recuerda al cine de Apichatpong Weerasethakul y le da un sentido a la popular expresión
Pueblo Mágico ya que despierta la magia fantástica perteneciente a las culturas
indígenas de nuestro país. Personalmente me atrevo a mencionar es el mejor
trabajo fotográfico que se ha visto en el cine nacional en lo que va de la
década. Sin embargo, el mayor mérito de la cinta se lo atribuyo a la creación
de la lengua zikril, ya que es tan convincente que si uno no está informado
sobre su veracidad, al igual que en la cinta se sentirá con esa necesidad de
salvar la lengua de la extinción.
Estamos ante una
cinta necesaria para nuestro país, ya que retoma las riquezas naturales que
cada vez se pierden dentro del cine debido a la burda idea de que en la
actualidad solo importa la urbanidad. Además de ser una propuesta artística que
no excluye a los públicos que buscan un escape de su realidad. No es una
sorpresa que haya sido galardonada en Sundance con el Premio de la Audiencia.
Si realmente quieren apoyar al cine mexicano, vayan a ver esta película para
que se puedan producir más historias como la de Evaristo e Isauro, que
inevitablemente son una experiencia única que sólo el cine hecho con amor y
dedicación puede lograr.
Trailer
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