martes, 22 de mayo de 2018

El Tercer Asesinato (Sandome no satsujin) | Reseña



Por Diego Rodmor.

Recientemente acreedor de la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes por su última película Shoplifters, el japonés Hirokazu Koreeda llega a nuestras salas con El Tercer Asesinato, complejo drama policiaco en el que este cineasta habitual de los festivales de cine nos muestra un interesante rompecabezas de una calidad casi literaria que poco a poco va sembrando dudas en el espectador.

La historia nos presenta al abogado Shigemori, quien trabaja en el caso de Misumi, un cliente acusado de robo con homicidio y que además ya ha sido encarcelando tres décadas atrás por otro asesinato. Shigemori sabe que sus probabilidades de ganar son pocas, especialmente cuando Misumi acepta su culpabilidad. Sin embargo conforme avanza el caso y los testimonios del acusado y de sus familiares se van presentando, Shiguemori empieza a tener dudas sobre lo que realmente ocurrió.


El otrora director de filmes como De Tal Padre, Tal Hijo, Nuestra Pequeña Hermana y Tras La Tormenta nos introduce en un intenso, crudo drama que analiza el significado de la verdad y la justicia mediante una historia lineal llena de una sombría complejidad. Ante una cartelera atascada de blockbusters, el filme se presenta como una de las opciones que le dan un respiro a la oferta cinematográfica. El relato va acompañado de una lentitud llena de imágenes secas en donde la expresividad de las actuaciones dan una mayor intensidad a este drama policiaco.

Dando un giro inesperado, Koreeda nos entrega una película diferente a lo que nos tenía acostumbrados dentro de su filmografía. Existen ciertas obsesiones del cineasta que prevalecen en este nuevo proyecto cinematográfico como aquella eterna fijación por la paternidad. Sin embargo el tema que ha elegido para esta película resulta un tanto sorpresivo pero magistral en la manera de llevarlo a cabo.

Misumi es un personaje delicioso que poco a poco empieza a tejer todo un laberinto para que el abogado Shigemori transite. Las escenas que estos dos personajes comparten son un verdadero deleite. Cada diálogo es insidioso y termina obligándonos a establecer un debate moral interno sobre lo que es o lo que no es correcto.


Uno de los aspectos más interesantes es la forma en la que se va transformando la perspectiva del abogado Shigemori. Durante el metraje vemos como intenta llevar el caso. Lentamente explora el territorio de Misumi, se relaciona con la gente que está involucrada en la vida del asesino y va descubriendo las razones que lo llevaron a cometer el crimen. Al final llega a cuestionarse su propia calidad moral, su trabajo y el completo sistema de justicia para el que trabaja. Misumi, al mismo tiempo, pone en jaque al abogado y al espectador ante un golpe interno que nos obliga a cuestionar nuestra propia idea de la justicia.

Visualmente la película cuenta con imágenes memorables. Principalmente en las escenas que comparten el abogado y el asesino. El juego de perspectivas y de reflejos resulta bastante interesante y le da cierta potencia al interrogatorio que se lleva a cabo.

El Tercer Asesinato es una película intensa que pide un intercambio reflexivo por parte del espectador. El filme es la opción perfecta para una temporada en la que los cines están atascados de películas taquilleras. El cineasta que presenta este trabajo tiene una trayectoria que vale la pena explorar y a pesar de que este largometraje no está al nivel de otros, es un proyecto que cautiva por los puntos que plantea sobre la expiación y la culpa. La forma en la que logra permanecer este debate en nuestra cabeza una vez que las luces de la sala se encienden es digna de un aplauso.

Trailer



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