Chavela Vargas | Reseña

Por Mei

Chavela Vargas es una de las mujeres más emblemáticas en la historia de cultura popular en México. No hay persona que no la haya escuchado cantar, aunque sea en una fiesta o situación social. En este documental nos platican su polémica vida y carrera intermitente.

Como muchas de las estrellas mexicanas, ella no nació aquí, pero le dedico totalmente su vida a nuestro país. Llegó muy joven al ser atraída por las producciones del Cine de Oro Mexicano y con el sueño de convertirse en una artista similar acá. 

Eran los años cincuenta y el panorama para las mujeres no era muy favorecedor, a pesar de que desbordaba talento nunca fue realmente tomada en cuenta para realizar presentaciones ni en los contratos musicales. Así nos lo cuenta ella misma a través de fragmentos de entrevistas que le realizaron, intercalados con narraciones montadas en fotografías de la época que ilustran y canciones que aluden al tema.

Personas que fueron cercanas a ella también nos narran diferentes puntos de vista sobre su vida. Una de ellas comenta que Chavela nació con una profunda tristeza y por eso su voz y emoción al cantar siempre fue tan desgarradora. Probablemente no nació con ese sentimiento, pero las desgracias que la acompañaron desde pequeña seguro contribuyeron al vació que nunca pudo llenar con todo el alcohol y mujeres del mundo.  

Su romance con Frida Kahlo, su gran amistad con José Alfredo Jiménez y su incontable número de conquistas también son incluidas en la cinta.  Se explica finalmente que fue de ella cuando desapareció de los focos en los ochentas y cómo el alcoholismo casi destruyó su vida.

Miguel Bosé y Almodóvar aparecen en entrevistas contando sobre el segundo aire artístico que tuvo, que fue casi completamente en España. Irónicamente ella siempre fue menospreciada en México y fue apreciada hasta que viajó a Europa, aún ahora después de su muerte es más recordada fuera de aquí (la co-producción del documental es Australia/Estados Unidos).

Chavela era una persona muy transparente, mediante las pláticas sobre su homosexualidad y su madre se puede sentir el dolor tan grande que tenía y la misma homofobia que ella tenía tan interiorizada. Todos sabían que era lesbiana, pero era más un secreto a voces que un hecho que ella pusiera sobre la mesa y que aun así la hizo ser víctima de discriminación durante muchos años.

El documental es triste, como todas sus canciones, pero le hace honor a su grandeza. La retrata muy bien y no la glorifica, la muestra humanamente con todos sus errores y defectos, pero nos deja la lección de que a pesar de todo siempre se mantuvo fuerte e hizo lo que quiso hasta el día de su muerte.

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