sábado, 4 de agosto de 2018

Mentes Poderosas | Reseña





Por Diego Rodmor. 

Ante la constante búsqueda de la próxima franquicia juvenil basada en alguna saga literaria de moda es algo normal y decepcionante toparnos con largometrajes que copian las fórmulas de aquellas películas que han alcanzado el éxito. Es el caso de Mentes Poderosas, adaptación de la novela homónima de la joven autora estadounidense Alexandra Bracken que dirige la cineasta coreana Jennifer Yuh y que pretende convertirse en la próxima franquicia juvenil mediante una historia predecible, aburrida y sin una identidad propia.

La película se ubica en un futuro no muy lejano donde la mayoría de los niños y los jóvenes han desaparecido debido a una extraña enfermedad. Los pocos que lograron sobrevivir han desarrollado poderes y han sido encerrados en una especie de campos de concentración debido a que son considerados una amenaza para la sociedad. Una chica llamada Ruby logra escapar de uno de esos campos y se une a otros jóvenes como ella para recorrer la desolada ciudad en la búsqueda de un supuesto lugar donde viven en paz todos aquellos jóvenes con poderes y en donde les enseñan a usar sus habilidades para el bien común.


La distopía juvenil que ya vimos en Los Juegos del Hambre y Divergente vuelve a explotarse en este trabajo lamentable que cae de nueva cuenta en el error de querer aferrarse al éxito de esas cintas haciendo lo mismo que ya han mostrado. No sólo cuenta con una estructura narrativa similar a la de The Walking Dead, giros de tuerca similares a los de Exterminio o personajes y lugares parecidos a los de X-Men, sino que también está atascada de clichés que resultan insoportables.

Cursilería que sigue los caminos habituales, personajes que no se desarrollan y que están de más en el filme (es el caso de Gwendoline Christie), el típico afroamericano chistoso dentro del grupo que no causa nada de gracia, un villano risible y desde luego un final abierto y con supuestos ganchos para amarrar al espectador a la siguiente entrega son los aspectos que conforman este lamentable proyecto que parece hecho por algún novato con poca imaginación.


Aunado a esto, las actuaciones son medianas y no existe brillo alguno por parte de los jóvenes protagonistas, quienes trabajan al lado de una Mandy Moore sin chiste y una Gwendoline Christie que sobra.

La película no tiene nada de originalidad ni logra aportar frescura o emoción a la historia que presenta. No es más que otro intento fílmico fallido que luchará por conectar con el espectador subestimándolo y entregándole un reciclaje cinematográfico que se ve opacado por otros proyectos que hoy están en cartelera. Desafortunadamente Mentes Poderosas es otra de esas películas que están condenadas al olvido.

Trailer



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