Por
Carolina García.
El
documental como retrato de la vida en el evoque de sentimientos.
¿Qué
no se ha escuchado de relatos mitológicos de las sirenas, con sus delineados
cuerpos , arropados de cabellos dorados peinados hasta al término de sus
dorsos, seductoras de hombres y, por qué no, de mujeres?
El
reino de la sirena, película
distribuida por la gira de documentales, Ambulante, a cargo del guion
cinemático y dirección del mismo, Luis Rincón, explora lo
recóndito en Bilwi, costa de Nicaragua.
Qué
lucidez existió en aquellos miskitas, tan dueños de su pensamiento, tan
quebrantados por la globalización, tan arraigados a su mitología, la mitología
miskita de creación, ésa que hace entrada al documental, a ratos hablado en su
idioma y a otros pocos entendible sin subitítulos.
En
materia del propio tema, el desarrollo de los personajes se da desde sus casas,
en sus pequeños grandes cuartos, donde la cámara (a cargo de Juan Pablo
Ramírez) se vuelve un personaje espectador y parte de la vida miskita.
Los
entrevistados se enfrentan a un lente con cabida a la denuncia, con la historia
de un mercado que ha envuelto el éter de la costa, plagado de prostitución,
drogas y delincuencia. Con falta de seguridad y leyes, de proveer lo necesario
para la poca pesca, que la misma clase hegemónica ha destruido sin pudor el
manto acuífero. La falta de trajes para los buzos, los riesgos de introducirse
a lo profundo del mar, sin la certeza de salir a flota. Y ahí, en el relato
mismo, la sirena que reina en Puerto Cabezas, es culpable de la muerte.
El
film trabajado durante seis años por el director, con todo el revuelo de
complicaciones que conllevaron a la realización de un rodaje en la pequeña
comunidad, emana paisajes a lo natural, los que proyectan sensibilidad y
desgaste en una que pudo haber gozado de belleza, una a la que hoy, está
desmembrada por mano del hombre. La cinta de 78 minutos, muestra una labor
retórica y real de la destrucción de un ecosistema que arrasa, además, con
residentes nicaraguenses, dañados por el capitalismo sistemático, aquellos en
los que se resguarda una semilla de
esperanza que grita por el sueño del viaje centralista, la salvación en el
trabajo empresarial.
Rincón
reviste una visión poética y de sensibilización para las regiones
centralizadas. Cumple un trabajo de denuncia, de hastío por el pensamiento retrógrada cimentado y sustentado desde la creación del hombre, a partir de
únicas teorías que no se volvieron en lo absurdo por el alcance de
normalización en ellas, con el apoyo de un diseño sonoro, llevado a cabo por José
Miguel Enríquez, que provoca la confusión entre frenarse a creer lo que no
se nos ha enseñado o dejarse llevar por otras historias.
La alucinada cinta tiene fecha de estreno para
el 30 de noviembre en Cineteca Nacional, La casa del cine y el IFAL,
formará parte de una gira por diferentes ciudades y Ambulante, página
oficial, tiene ya disponible el
calendario de gira para éste.
Trailer
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