Por Rocío López.
En
el séptimo arte existen distintas películas románticas que abordan el tema del
destino, desde la popular Diario de una
Pasión (The Notebook,2004) hasta la inquietante cinta belga, Mr. Nobody (2009). Bajo esta premisa
llega El Sol También es una Estrella (The
Sun Is Also a Star), dirigida por Russo-Young
y escrita por Tracy Oliver.
El
filme basado en la exitosa novela homónima de la escritora Nicola Yoon, nos relata
la historia de Natasha Kingsley (Yara Shahidi),
una adolescente que vive en Nueva York, pero originaria de Jamaica, apasiona
de la ciencia y no cree en el amor. Sin embargo, todo se complica cuando su
familia va ser deportada, por lo que en el último día, hace todo lo posible para evitar irse de la gran urbe, conociendo a Daniel Bae (Charles Melton), un universitario cuyos
padres son provenientes de Corea que esperan que su hijo sea doctor, mientras
que él sueña con ser poeta. Daniel tendrá 24 horas para enamorar a Natasha y
hacerla creer en el destino.
El
Sol También es una Estrella nos presenta a cada uno de los protagonistas y su entorno para conocerlos mejor,
cabe destacar que visualmente el largometraje es extraordinario, con tomas aéreas y planos generales para mostrarnos una de la
ciudad más poblada de los Estados Unidos, asimismo, nos recalca la diversidad
cultural para reforzar la subtrama de la inmigración.
Otro
factor que resalta es la banda sonora original por parte del compositor Herdís Stefánsdóttir, quien ha
colaborado en The Hate U Give (2018),
Puzzle (2018) y South Mountain (2019), que con su mezcla electrónica con sonido
urbano envuelve cada secuencia a la perfección.
La autora Nicola Yoon, quien por
cierto creció en Jamaica y en Brooklyn, está familiarizada con el romance y
conflictos entre jóvenes, ya que su novela Todo,
Todo (Everything, Everything)
publicada en 2015, también fue llevada a la gran pantalla hace dos años y fue
dirigida por Stella Meghie.
El guion a cargo de Oliver desde el principio se vuelve predecible, ya que es una
historia que hemos visto una y otra vez, además de que está saturada de
situaciones que suponen como casualidades,
pero que en realidad se ven forzadas.
En cuanto a la actuación, Shahidi y Melton logran una interpretación verosímil por separado, sin embargo,
cuando ambos actores están en escena no logran trasmitir la química entre
ellos, aunado a esto, los diálogos son simples por lo que no logra enganchar de
todo al público.
El mayor acierto que tiene la película es que
se aleja de los estereotipos tanto físicos como en el carácter de los
personajes. Asimismo, la enseñanza que deja sobre luchar por lo que quieres,
aunque muchas veces no siempre resulta como lo planeas, aprendiendo de
ello, un tema que en la realidad suele ser frustrante para los adolescentes y
jóvenes.
El Sol También es una Estrella podría haber explorado más sobre un tema tan importante como es la inmigración, pero cae en los
clichés por lo que la colocan en un filme superficial.
Trailer
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