Por Diego Rodmor.
Si algo podemos aplaudirle a la joven actriz Elle Fanning es el hecho de involucrarse en proyectos independientes bastante interesantes. La comodidad que muestra en ellos es notable, puede percibirse en cada una de sus escenas una naturalidad estupenda. Además de eso resulta impactante lo hipnótica que es su presencia en pantalla convirtiendo cada interpretación en una magnífica experiencia. Películas como Somewhere, Twixt, The Neon Demon o How to Talk to Girls at Parties lo demuestran y poco a poco su nombre se ha ido convirtiendo en un referente obligado del cine indie contemporáneo.
Ahora presenta Alcanzando Tu Sueño (Teen Spirit), atractivo espectáculo pop lleno de música genial, pegajosa, que la reitera como uno de los personajes cinematográficos más interesantes de los últimos años. Por si fuera poco, el filme es la ópera prima del actor Max Minghella, hijo del cineasta Anthony Minghella. El joven intérprete emprende un nuevo camino sentado en la silla de director, mostrando varios aspectos destacables como cineasta, contándonos una historia tan convencional de un modo interesante.
Minghella nos presenta una premisa que ya ha sido explorada infinidad de veces y que tiene todos esos clichés que la vuelven predecible en ciertos momentos del relato. Sin embargo, la película es una propuesta atractiva que destaca por la forma en la que presenta su historia y que se apoya en una interpretación poderosa.
Violet es una chica solitaria e introvertida con una vida complicada que encuentra en la música un escape y que, aunque está involucrada en el coro de la iglesia, disfruta cantando en bares vacíos y a escondidas de sus conocidos. Cuando convocan a los jóvenes de la comunidad a un concurso de canto llamado Teen Spirit, ella decide inscribirse motivada además por un decadente viejo que tuvo un pasado de gloria como cantante de ópera.
Alcanzando Tu Sueño tiene en su aspecto técnico sus puntos más fuertes. Su director crea una atmosfera visual que retoma ese estilo televisivo de los programas de concursos y lo combina con las tomas oscuras y las luces de neón muy al estilo de Winding Refn. Es así como la deprimente vida de Violet pasa de las tomas oscuras a la explosión de luces durante interpretaciones musicales intensas que sacan a flote la pasión de su protagonista por el canto. Los temas que aparecen en la cinta son geniales y logran que el espectador conecte aún más con este trabajo. Algunos de los involucrados dentro de la banda sonora del filme son Ariana Grande, Katy Perry, Annie Lennox, Orbital, The Undertones, Major Lazer y Carly Rae Jepsen.
Como ya he mencionado, el trabajo de Elle Fanning destaca dentro de toda la película. La actriz logra convencer con un personaje indiferente a la vida, con una crisis existencial que va desapareciendo al involucrarse en el mundo de la música. Violet empieza a encontrar una motivación gracias al concurso de talentos. Más que intentar ganarlo, lo que ella pretende es romper sus propias barreras y encontrar el verdadero sentido de su existencia.
Además de su trabajo dentro de la película, también destaca Zlatko Burić, actor croata que encarna al mentor de Violet, un hombre alcohólico, con sus propios problemas personales, nostálgico ante un pasado glorioso en el que tuvo fama como cantante de ópera. Él logra conectar con la solitaria Violet y la apoya en su camino a la fama.
Ambos personajes transitan ese tortuoso camino hacia el éxito y se enfrentan a los vicios y tentaciones del medio. Aunque la historia es completamente predecible, son estos dos personajes quienes logran mantener a flote el proyecto. Su química es bastante fuerte y el espectador conectará rápidamente con ambos.
A pesar de esto, Max Minghella no ahonda en la relación de Violet y Vlad como quisieramos. Sus personajes no terminan de explorarse y esa fuerte química que logran tener en pantalla se siente incompleta ante la falta de desarrollo, ante las pocas explicaciones de su origen. Sin embargo, no dejan de ser interesantes y se llevan los aplausos durante toda la película.
Alcanzando Tu Sueño es un buen largometraje, un decente inicio de Minghella como director, un relato que aunque se ha contado varias veces, vale la pena explorarse por la calidad de sus interpretaciones y por la estética que maneja en su atmosfera. Las secuencias musicales son muy buenas y su protagonista está estupenda interpretando cada uno de los temas y entregando una actuación hipnótica, poderosa, elegante.
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