Por María Lavanda.
Para los amantes del cine de acción, el Dir. Malik Bader ofrece una cinta con los clichés más relevantes de dicho género, desde el típico ladrón/traficante de drogas con un aspecto airoso y un look que incluye una camisa estilo hawaiana y una chaqueta de cuero, hasta una fotografía con “efecto polvo” que te remota a aquellas series estadounidenses de crimen que tuvieron su “boom” en los 90’s.
El filme ocupa como personaje principal al galán de películas Liam Hemsworth (Moe Diamond), un joyero que se dedica al tráfico de drogas dentro de una de las mafias más poderosas de Nueva York, junto con el sobrino de la cabeza de la organización, Skunk (Emory Cohen) deciden desobedecer una de las órdenes del mandamás ocasionando un lío de persecuciones, dando como resultado un accidente que deja al menor de los hermanos Hemsworth (Moe) inconsciente y por consecuencia, sin memoria.
Son 112 min de acción a pesar de que la primera persecución ocurre muchos minutos después del inicio de la cinta, poco a poco, te va involucrando con cada uno de los personajes clave para desenvolver un final. Los diálogos (como la mayoría de los filmes de acción), tienden a ser un poco pobres, Bader sabe que lo que se espera dentro de este tipo de producciones son las persecuciones de autos, las peleas, escenas con balas y droga, pero, ¿qué más podemos observar dentro de un mundo dónde la principal producción se enfoca en que las escenas de sexo o de acción salgan completamente exageradas, irreales y exitosas?
De manera muy sutil, Bader ocupa a un coprotagonista (Cohen), quien se encarga de provocar al joyero de aspecto inocente pero justiciero (Hemsworth), con tal de que la historia mantenga un hilo de drama, resultando el cliché de un mafioso hambriento de poder, sin importar a quién puede traicionar siempre y cuando obtenga lo que quiere y sin medir consecuencias.
Dentro de los personajes secundarios vamos a observar a la típica mafia extranjera, el dueño de un negocio de abarrotes de origen indio, vaya incluso al mismo Malik como policía corrupto, así como a la chica del héroe de la película, Diane Guerrero, con rasgos latinos que complementa a todos los personajes base en este enredo criminal.
Dentro de los personajes secundarios vamos a observar a la típica mafia extranjera, el dueño de un negocio de abarrotes de origen indio, vaya incluso al mismo Malik como policía corrupto, así como a la chica del héroe de la película, Diane Guerrero, con rasgos latinos que complementa a todos los personajes base en este enredo criminal.
Visualmente, el largometraje es satisfactorio, cumple con las expectativas de un drama de acción y tráfico de drogas, sin embargo, conforme vas desenredando los hilos del conflicto, es fácil percibir el final, mismo que a la percepción de su servidora, se quedó bastante corto para lo que se predecía.
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