Por Diego Rodmor.
¡El cine de terror está viviendo un gran momento! La década que está por terminar lo demuestra al dejarnos varios trabajos del género que son bastante destacables, películas que seguro nuestros hijos contemplarán como esos clásicos que surgieron a inicios de este siglo.
Las voces que están poniendo en alto al terror contemporáneo dentro del séptimo arte apuestan por narrativas más artesanales, llenas de referencias pictóricas, literarias y con unas secuencias preciosistas para formar relatos de atmósferas escabrosas que dejan a un lado los sustos fáciles que tanto daño le han hecho al cine de terror reciente.
Una de esas voces es la de Oz Perkins, actor y ahora director que ha entregado un par de proyectos interesantes y que ahora presenta Gretel & Hansel, reinvención que le da un giro macabro al cuento de los Hermanos Grimm y que nos muestra a una adolescente y a su hermano menor viviendo en la decadencia y huyendo de su pueblo después de meterse en problemas para internarse en el espeso bosque y encontrar una extraña cabaña.
Oz Perkins sorprendió a muchos con La Enviada del Mal, ópera prima en la que comienza a explorar sus entornos aislados, sus tramas misteriosas, sus situaciones de pesadilla; elementos que replicará en su segunda e interesante película Soy la Cosa Bella que Habita en esta Casa, atractiva propuesta estrenada en Netflix que a pesar de ser buena no supera a su primer trabajo.
Después de degustar joyas como Midsommar o El Faro en salas de cine durante el año pasado, Gretel & Hansel se perfiló como uno de los estrenos más esperados de este Dos Mil Veinte y creo que la espera valió la pena. Oz Perkins entrega un largometraje de fantasía oscura que es hipnótico por su impecable aspecto visual.
Un breve y aterrador mito servirá como preámbulo para entrar de lleno a este relato cinematográfico y desde esos primeros y geniales minutos la película logra atrapar al espectador. Apoyándose en imágenes estilizadas que no dejan que apartemos los ojos de la pantalla, seremos testigos del viaje que realizan estos hermanos. Un camino que estará lleno de una escalofriante rareza y que se centrará en el conflicto interno que habita dentro de la joven Gretel.
A pesar de que el aspecto sonoro complementa de una forma estupenda este macabro cuento de hadas y tomando en cuenta que nos encontramos ante una historia sencilla y que nos remite a muchos otros trabajos, el aspecto más poderoso de este proyecto fílmico es su infinidad de grandiosas imágenes. El michoacano Galo Olivares le aporta toda la fuerza visual al relato que nos presenta Oz Perkins haciendo escabrosos todos esos escenarios que van del realismo más crudo a lo mágico y lo onírico. La atmosfera termina siendo escabrosa.
Además de la fuerza de sus imágenes, vale la pena destacar también el gran aspecto sonoro que acompaña al filme. Robin Coudert, mejor conocido como Rob, intensifica la experiencia con música que rememora a varias cintas ochenteras. Este músico francés fue el mismo que hizo el grandioso score de Venganza del Más Allá, aquella cinta del subgénero rape and revenge que dirigió Coralie Fargeat en el Dos Mil Dieciocho. También ha trabajado con el cineasta francés Alexandre Aja en varios proyectos fílmicos.
Gretel & Hansel cuenta con las actuaciones de Sophia Lillis, Sammy Leakey y Alice Krige en los roles protagónicos. El joven Sammy Leakey no está mal como el pequeño Hansel pero Sophia Lillis y Alice Krige destacan al interpretar respectivamente a una intensa Gretel en un constante autodescubrimiento y a la perturbadora bruja Holda, cuyo pasado es explorado en esta versión.
Quizá muchos espectadores puedan encontrar esta película un tanto lenta. Sin embargo es innegable la calidad visual y la atmósfera bien lograda de esta fantasía oscura. Comparar a Oz Perkins con otros autores recientes como Ari Aster o Robert Eggers parece descabellado pero lo cierto es que nos encontramos ante un cineasta con una filmografía oscura e interesante al que no debemos perderle la vista.
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