Macabro Film Festival sigue presentando trabajos independientes del género de terror que además resultan aún más interesantes en estos tiempos de pandemia tan complejos. Uno de los largometrajes que se exhiben dentro de esta edición es Killer Concept, filme dirigido por el cineasta Glenn Payne que surgió durante el aislamiento global.
La película nos muestra a tres creativos que intentan escribir un guion sobre una serie de asesinatos ocurridos en su ciudad. Sin embargo, uno de ellos parece estar más involucrado que los demás en la macabra historia. Killer Concept presenta una narrativa que logra involucrar al espectador en la tensión de sus diversos diálogos, mismos que atascan la mayoría de las escenas de esta acida comedia de terror. Al mismo tiempo, la cinta está aderezada por algunas secuencias de brutales asesinatos que complementan los diversos planteamientos abordados por los personajes principales.
Resulta interesante el modo en el que intentan explorar las motivaciones del supuesto psicópata, en un intento por recrear sus crímenes en la película que planean filmar. También, esta producción cuenta con un poco de metaficción al hablar sobre el proceso de preproducción de un largometraje; sobre todo al tratarse de un proyecto experimental que el director Glenn Payne realizó durante el confinamiento.
Posiblemente no sea la mejor película del festival, pero tiene un enorme mérito el hecho de que su relato resulte entretenido después de haber sido realizado con tan sólo un equipo de cinco personas, sin ningún guion, con diálogos improvisados y novecientos dólares para su realización. Una atractiva propuesta independiente que este festival ofrece dentro del marco de la celebración de sus veinte años.
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