Por Salvador García
En
una tierra donde existe la magia y las criaturas fantásticas, un antiguo
caballero encierra en un calabozo a una bruja quién tratará de vengarse a la
luz de la luna roja. Jeff Bridges protagoniza a nuestro caballero maloliente,
cuyos ideales son acabar con los espectros y monstruos del averno, se encuentra
cansado y necesita un aprendiz que le ayude a derrotar a la vil bruja (Julianne
Moore).
Lejos
del mundo Oscuro, dominado por nuestra antagonista y donde se desarrolla la
historia del metraje, vive el joven
Thomas Ward (Ben Barnes), un granjero con mucho interés para salir de sus
tierras y vivir una aventura. Él ignora que es el séptimo hijo y que tiene un
poder sobrenatural sobre todas las cosas, destinado a vivir un acontecimiento
sin precedentes.
El
Séptimo Hijo se resume en que el joven Thomas tiene que madurar y vivir una
vida sin ataduras sociales, sin paradigmas, en donde se nos resaltaran los valores. Nos invita a tener criterio
en la vida y no ver al mundo con claroscuros. La película está enfocada a un público
adolecente y podría ser una conexión para las nuevas generaciones e inspirarlos
a vivir sus propias aventuras.
Destaca
la dirección de arte con una lograda ambientación (Siglo XVIII), mezclando culturas
de Medio Oriente y Asia. Cuenta con una decente banda sonora y fotografía (que
parece estar más a disposición de los efectos especiales). Algunos personajes
son estereotipados pero muy recomendable y entretenida si te interesa la
fantasía y lo medieval.
El
filme está dirigido por el Ruso Sergei Bodrov (Mongol, 2007, Nominada a Mejor
Película Extranjera en los Premios Oscar) y es una adaptación del libro, "El
Aprendiz del Espectro", escrito por JOSEPH DELANEY
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