miércoles, 25 de febrero de 2015

Ambulante 2015: La “Memoria Oculta” de Eva


Por: Jaime López Blanco

Recientemente, en diversos festivales de cine mexicano, se han exhibido obras que van construyendo sus argumentos en torno al tema de la memoria, ya sea para contar una tragedia o anécdota familiar o para filosofar sobre la identidad y lo misterioso de los recuerdos, ya sea para resguardar un legado generacional.   “Lejanía” (2013), de Pablo Tamez Sierra; “La Danza del Hipocampo” (2014), de Gabriela Domínguez Rúvalcaba; “Matria” (2014), de Fernando Llanos o; “El patio de mi casa” (2014-2015), de Carlos Hagerman, son algunos ejemplos claros de lo mencionado anteriormente.

En ese sentido, aparece una nueva narrativa alrededor de la memoria, una contada y vista desde la pérdida, búsqueda y reconstrucción de la misma. Estamos hablando de “Memoria Oculta”, de Eva Villaseñor, que tuvo su presentación el pasado 24 de febrero, en las instalaciones de la Capilla de Arte de la UDLAP, dentro de la décima edición de Ambulante en Puebla.

“Memoria oculta” se distingue por no utilizar (al menos eso parece)  found footage como las otras cintas, haciendo uso de las bondades de la cinematografía en su intento de resguardar y llenar un hueco de la memoria de la realizadora, quien tuvo una crisis psicótica años atrás, episodio en el cual desordenó abruptamente, durante dos meses, el cajón de sus recuerdos. Para ello, Eva Villaseñor, la directora, recurre a entrevistas con tres de sus seres más queridos: su amiga Fernanda, su hermano Miguel y su madre.

Se trata de un filme que desafía al espectador en doble sentido. Más de tres cuartas partes de su contenido gira en torno a dichas entrevistas, sin imágenes de relleno de por medio, o sin tratar de recrear las palabras de sus entrevistados. Esto es algo que pudiera poner algo inquieto al espectador promedio, ávido de escenas tipo Hollywood o convencionalismos comerciales. Sin embargo, se agradece el riesgo y la cuidada fotografía que se utiliza para crear puntos de enfoque en las personas entrevistadas y en las palabras que nos expresan.

Ya hacia el final, la “Memoria Oculta” de Villaseñor decide presentar una serie de imágenes que invitan al espectador -testigo de su trabajo- a sentir. Para ello se apela al recurso sonoro como vehículo de recreación, con una escena que pudiera causar terror entre los maestros de cine, o varios de los críticos más rígidos del séptimo arte, porque se decide hacer uso del video en negro, sin imágenes. Nuevamente, se agradece este tipo de riesgos y de alejamientos de los paradigmas establecidos por el cine, lo cual también contribuye enormemente a que la directora pueda erigir su historia de manera única y honesta.

“Memoria oculta” obtuvo el premio al Mejor Mediometraje en el Festival Internacional de Cine Documental de Popoli - en Florencia, Italia - pero en realidad se trata de un largometraje de 60 minutos que continuará presentándose en todas las ciudades que sean sede del Festival Ambulante 2015.

Por lo mientras, es muy grato poder ser testigo de obras valientes y personales de jóvenes realizadoras que no ocultan su esencia y sensibilidad, que incitan nuestras memorias y emociones, invitándonos a vivir y revivir plenamente, recordándonos lo eternamente efímeros que podemos ser.          



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