jueves, 10 de septiembre de 2015

ELLA ES RAMONA | La visión agridulce del exceso


Por Salvador García  
Ella es Ramona es la más reciente entrega de Hugo Rodríguez, quien ha sido creador de fimes de acción (Nicotina, 2003) y de aventuras (La leyenda del tesoro, 2011).
Rodríguez ahora se lanza por la ruta de la comedia y sigue los pasos de la mujer del título, una joven obesa que trabaja en una empresa de cosméticos. Sus compañeros, como su madre y su hermana, la hacen objeto de burlas y maltratos -conductas que ahora han sido tipificadas como bullying-. Pero aunque las cosas parecen ir de mal en peor, ella no pierde su optimismo, entre sus supersticiones y sus amuletos consigue empujar su “buena suerte”.
Hugo nos planeta un realismo mágico en la ciudad de México, donde los colores pasteles se entretejen con una fotografía cálida, al igual que integra elementos gráficos para denotar cosas invisibles, como los olores o las acciones de los personajes en pantalla, haciendo de esto algo lúdico para la experiencia de un mundo lleno de magia.
Ella es Ramona coquetea con la farsa -consiguiendo un puñado de situaciones o frases graciosas-, y se instala en un terreno en el que realmente nada es grave ni tiene consecuencias serias, es por esto que peca de ser sincera al punto de no encontrar el clímax (no encontrar el sabor que tanto desea expresar la película).
Los éxitos de Ramona no tienen matices y en su desgracia pierde fuerza cada vez que intenta explicarnos la situación. Para finalizar, no puedo ignorar la estructura narrativa que es parecida a la película francesa “Amelie”, pues la misma descripción de personajes hace sentir que Ramona es en realidad una versión latina.
Se cita al final del filme, "Ser feliz es un asunto de voluntad”, la voluntad de la película me lleva a una negación y termina por ser inverosímil.
Trailer

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