Por Salvador García
Al ver el póster lo primero que resalta es el elenco, pero sin apabullar a su otro gran protagonista: El Monte Everest, y son precisamente esos dos elementos la clave de un cine que ya no vemos a menudo, el cual nos cuenta las aventuras de esos grandes exploradores de la tierra. Gracias a todos los elementos que supieron combinar nos encontramos con una película de aventura, solvente, llamativa y apoyada en una fotografía descomunal que hace de la montaña sea un personaje con vida y gran poder.
El amor y las miserias, el negocio y la verdadera aventura son sólo un poco de lo que podemos ver a través de este filme. Dentro de las actuaciones destaca, Jake Gyllenhaal (sigue siendo una pieza clave en todos los proyectos en los que participa). Todo un fan de la supervivencia y del montañismo en la vida real no tiene dificultades para sumergirse en su papel.
Entretenida, muy estresante y en un punto de la historia te meten tanto en la trama que antes de que des cuenta, comienzas a sentir un frío terrible, un vértigo espeluznante por las imponentes tomas, pero también quedas maravillado por las panorámicas e increíbles vistas que se tienen del Everest y sus alrededores.
El filme es una reflexión y una pausa para el cine de agitación de las películas de comics, podríamos decir que la naturaleza realiza toda la trama y al final nosotros encontramos el camino para bajar de nuestra propia montaña de la vida.
Trailer
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