miércoles, 18 de octubre de 2017

La Habitación | Reseña


Por Eduardo León.

 Un énfasis en la necesidad de la memoria como apuntador a un futuro mejor…
Natalia Beristáin, directora.

En el año 2014 se inició una conmoción de percepciones. Una propuesta que haría remembranza a las cicatrices de México. A las hendiduras que todavía se sienten, pesan y se lloran. Algunas de ellas se evocan con la protesta de la juventud; con altares y flores de cempasúchil; con homenajes y con ideologías artísticas e insurgentes que intentan hacer común todo el desconsuelo, todas las voces, los amoríos… las sensaciones, emociones, decesos, gritos e historias consumidas en la oquedad del olvido, del recuerdo.

A un año de haber sido consumada, La Habitación es un largometraje mexicano dirigido por ocho cineastas que conciben una ramificación de vivencias arraigadas a una habitación donde se consolidan conflictos humanos atestados de romance, disputas, tragedia, atracción y nostalgia  que coexisten en el mismo recinto ante las brechas generacionales, la devastación y el contexto de los principales incidentes en la historia mexicana de 1910 al año 2010.


Acontecimientos como la represión porfirista; la revolución mexicana; el golpe militar contra Madero; la masacre del 68; el México desfallecido en el 85; el atentado a Colosio y la pobreza, el extravío y la delincuencia urbana son los epígrafes de cada fragmento de la película en la cual los sucesos irreversibles concentrados en la tragedia enmarcan los aprietos y el panorama en el que oscilan los personajes.

La guionista María Diego Hernández, sin una inspiración precisa más que su obsesión con los espacios y su aprehensión con los sitios y objetos, compone una cartografía de aquel México insurrecto, reprimido y abatido del siglo XX que hasta hoy en día arrastra en sus extenuados pies. Crea la habitación en donde se complacen un motín de experiencias y sentimientos; momentos que embonan en un crucigrama llamado memoria la cual se olvida y tan sólo permanece el entorno; las colonias, los barrios, la ciudad y el país.


Carlos Carrera, Daniel Giménez Cacho, Carlos Bolado, Ernesto Contreras, Alfonso Ulloa, Alejandro Valle, Iván Ávila y Natalia Beristáin son los directores que junto a la productora Machete liderada por Edher Campos y Luis Salinas, se consolida la unidad del equipo creativo y técnico de La Habitación. Un engranaje y trabajo colaborativo  que aporta distintos aciertos a la película.

Con una sutil fotografía en cambiantes tonos y estilos pasando por escenas lúgubres y tradicionales a unos matices ochenteros y carnavalescos; el reparto artístico y el trazo de los personajes enfrascados en sus mismos abismos; las metáforas que representan los anhelos, los sueños y las nostálgicas transiciones que palpan fibras sensibles, propician la añoranza, la decadencia, la tristeza y acentúan la contemporaneidad mexicana.


La Habitación es una película de propuesta que más allá de ser definida como buen cine mexicano tiene la intención de engendrar una reflexión, un vistazo a lo acontecido y una mirilla al porvenir en cuanto a los cambios y conflictos políticos y sociales que actualmente enfrenta el país.


Se trata de volverse testigos de un pasado superviviente. De un México que ha cosechado un caleidoscopio de realidades alternas. Una película que pretende llegar a los adentros para humanizar a nuestros reprimidos cuerpos y sensibilizar nuestra perspectiva ante lo hermoso contenido en la desdicha y en los vestigios del ineludible progreso. Porque el tiempo lo destruye todo. Lo bueno y lo peor.


Trailer


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