Ganadora a Mejor Documental Iberoamericano en los Premios Fénix, La libertad del diablo tiene fecha de estreno el 16 de marzo a nivel nacional.
Fotografías y texto por Carolina García.
Las salas de cine mexicano se teñirán de rojo sangre el próximo viernes con la llegada del largometraje documental dirigido por Everardo González, quien dio un deguste del mismo para adentrarnos en el tétrico mundo de la desolación y la violencia que trae consigo el abuso a los derechos en México. La sede fue el Instituto Francés de América Latina (IFAL), donde el director declaró que su documental es perteneciente al género psicológico, la anécdota es poderosa pero lo más complejo sucede en las psiques de las personas.
Acompañado del periodista Jorge Carrasco (Proceso) y como intermediaria, Fernanda Solórzano (Crítica de Cine), el planteamiento de la nueva puesta cinematográfica crea curiosidad y atención en el espectador, sin embargo, ha sido calificada con un alto contenido de violencia, tanto, que durante proyecciones la audiencia ha abandonado sus butacas debido al fondo de la misma. La sustancia del largometraje yace en la llamativa puesta de las máscaras, a raíz del horror que provocan los testimonios de sicarios, policías, víctimas y victimarios, surge la idea de cubrir los rostros de aquellas personas, para guardar su anonimato.
Quien ve la película no va a salir indiferente… yo cada vez que la veo me sigo confrontando y yo estoy en la cocina de esta película, es un mérito de aquel que tuvo el valor de dar un testimonio como lo dio… eso es lo que va a ver, la otra cara de la violencia… genera viudas, huérfanos, madres de desaparecidos, periodistas asesinados, una sociedad que vive con la libertad completamente acotada…, mencionó el director de Los ladrones viejos.
El cine se ha convertido en una industria del entretenimiento, los seres humanos corren a las salas para dejar por fuera el despertar de su realidad como sociedad, sin embargo, algunos otros no creen lo mismo.
Un balazo de agua fría. Quien se queda viendo la película y llega al final, va a provocar catarsis, la posibilidad de acercarse al cine como herramienta de transformación social, como herramienta crítica, no solamente entretenimiento, que es una de las grandes confusiones que tenemos con el cine hoy en día, que no es necesariamente lo que hace el cine siempre…, es lo que ofrece González, en La libertad del diablo.
La venda en los ojos del mexicano se ha vuelto cada vez más considerable, a voz del periodista del semanario Proceso, La libertad del diablo es la libertad del hacer en este país, nunca ha existido sanción a las violaciones de derechos. No es normal tener la acepción de la sangre mexicana correr todos los días, de sentirla tan cercana y pensar es México, Carrasco hace mención de la reivindicación del documental, de alzar la voz para decir no, no es normal.
No es normal tener 250 personas ejecutadas, 120 periodistas amenazados y muchos más asesinados, desaparecidos, no es normal, no podemos asumir como normal, mencionó Jorge Carrasco.
Además de subrayar lo profundo de la cinta, el director hizo hincapié en las medidas de seguridad y el protocolo que tuvo que seguir en las locaciones de Ciudad de México, Chihuahua, Hidalgo, Puebla, y El Paso, Texas, como medidas preventivas por el tema tratado en este documental premiado en Festivales como el Internacional de Guadalajara, Internacional de Cine de Berlín y el Festival Internacional de Cine de Morelia.
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