Por Diego Rodmor.
El
cineasta francés Martin Provost regresa a la cartelera después de casi cinco
años con El Reencuentro (Sage femme), un proyecto
que destaca por abordar sensaciones como el resentimiento, la frialdad, el amor
o los tormentos del pasado de un modo realista logrando un drama tan sincero
como la vida misma y sin la necesidad de explotar el sentimentalismo barato.
La
película explora la vida de Claire, una partera cabizbaja preocupada por la
inminente clausura de la sección de maternidad en la que trabaja. Sin embargo
las preocupaciones de su vida se verán interrumpidas por un giro aún más
drástico: la llegada de Béatrice, la antigua amante de su difunto padre.
Aunque
el filme no logra demostrar autenticidad ante una historia que ya se ha visto
en repetidas ocasiones, el mérito de este nuevo trabajo de Martin Provost es el
duelo actoral que encabezan las dos Catherines en la película. La grandiosa
Catherine Frot y la veterana Catherine Deneuve están geniales en sus papeles
dándole al largometraje una calidad extraordinaria.
Rodeadas
de lugares comunes y envueltas en situaciones de la vida cotidiana, este par de
mujeres entregan un trabajo sublime en el que caminan por la comedia, el drama,
la nostalgia, el afecto y la reconciliación de un modo natural y disfrutable.
Si bien el ritmo del filme es lento, son los personajes y sus diálogos quienes
levantan este trabajo enternecedor que no recurre a secuencias exageradas para
generar sensaciones fuertes sino a la sinceridad del día a día, del ir y venir,
del subir y bajar cotidiano.
La
frialdad y la gris indiferencia que encarna Catherine Frot se contrapone con la
relajada y destrampada actitud del personaje de Catherine Deneuve quien regresa
a su vida con un desesperado grito de auxilio reencontrándose ambas con un
pasado que poco a poco irán perdonando.
También
son piezas clave dentro de este rompecabezas el carismático actor belga Olivier
Gourmet y el joven Quentin Dolmaire, personajes que transitan por la vida de
estas dos mujeres y quienes aportan su granito de arena para encaminarlas hacia
el cambio, hacia esa difícil lucha por sanar las heridas del ayer.
Martin
Provost entrega con El Reencuentro un
trabajo que apuesta por el desarrollo de sus personajes de un modo estupendo y
entrañable gracias a las magistrales actuaciones de estas experimentadas
actrices. Un relato profundo, conmovedor y para digerirse con tranquilidad.
Trailer
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