Por
Indira García.
Las películas de superhéroes han dominado la
taquilla durante los últimos años y hemos visto de todo tipo de producciones.
DC se ha enfrentado a varios fracasos en el intento de formar su propio
universo cinematográfico y ahora con ¡Shazam!,
el nuevo integrante de su equipo, demuestran que pueden lograrlo.
La historia gira en torno a Billy un chico de
14 años que se ha escapado de cada orfanato que pisa en busca de su mamá, hasta
que llega a una casa compartida con otros niños donde conoce a un chico
aficionado a los superhéroes. Shazam, un antiguo mago que custodia los siete
pecados capitales, elige a Billy como heredero y le transfiere todos sus
poderes justo después de que el Dr Sivana (interpretado por Mark Strong) libere
a los siete pecados para destruir el mundo. Cuando Billy dice la palabra mágica ¡Shazam! se convierte en la mejor
versión de si mismo, en cuerpo adulto y con todos los poderes, pero en el fondo
no deja de ser un adolescente.
El universo DC había contado con entregas muy
oscuras. Batman, Superman e incluso Wonder Woman tenían un aura densa y los
tonos de la pantalla no eran tan alegres, fue hasta que presentaron a Flash y
Aquaman que le dieron un giro más cómico a su entorno. Sin embargo, en ¡Shazam! finalmente logran consolidar el humor que estaban buscando y lo equilibran con
las escenas de acción sin que los chistes se sientan forzados ni trillados.
Además de que los diálogos se sienten muy honestos, son bromas que haría un
chico de 14 años que vive en 2019.
Asher Angel (Billy) y Zachary Levi (Shazam)
forman un dúo increíble en pantalla, a ambos les queda perfecto el personaje y
es divertido mirar sus conflictos internos entre ser un niño y salvar al mundo.
En la última escena de la película se les une otro de los superhéroes que
conocimos en las entregas anteriores, lo que deja a la expectativa de verlos
interactuar con la liga de la justicia y lo que esto supondría para el
desarrollo de los demás personajes.
A pesar del tono ligero que es constante en
toda la película, hay un trasfondo y un mensaje que intentan transmitir. Tocan
temas trillados como la familia, la unidad y el luchar por los sueños, pero sin
dejar de lado la magia y siempre tomando en cuenta lo divertido que sería ser
más fuerte de Superman de la noche a la mañana.
El único punto débil de la cinta son los
efectos visuales que por momentos son deficientes, pero se compensa con la
excelente adaptación que hicieron. Convertir a un personaje a la
contemporaneidad en la que vivimos no es una tarea tan sencilla y DC lo logró
reflejando el pensamiento de un adolescente a través de pequeñas acciones de su
vida diaria y con referencias de la cultura pop actual que van de clásicos como
Rocky hasta videojuegos como Fortnite.
¡Shazam! es el mejor acierto que ha tenido el
universo DC, haciéndola una pieza obligatoria para todos
los amantes del género e incluso para aquellos que son totalmente ajenos al
tipo de historias. Es divertida e incluso tierna, abriendo las puertas a la
nueva generación de películas de superhéroes.
Trailer
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