Por
Carolina García.
Una retrospectiva de cuando las
calles aún eran inundadas por jóvenes sin precaución, de la moda holgada, las
Tortuga ninja, los videojuegos y caricaturas de la época… En los 90s (Mid90s), dirigida por Jonah Hill, se desarrolla desde la
catastrófica relación familiar de Stevie (Sunny
Suljic) hasta la inmersión en el skate y sus declives.
Nominada a los Critics’ Choice Movie Award (Mejor
intérprete joven), se desenvuelve en 84 minutos a través de la óptica de
Stevie, quien intenta probar nuevas atmósferas para escapar de la “porquería”
familiar. Al cabo de conseguir una tabla, Suljic
se sumerge al orbe skate con un par de sujetos mayores que él, inmersos en las
preocupaciones adolescentes, alcohol, tabaco, sueños y un montón de problemas
familiares.
Para
todo trabajo hay que tener una mente artística o creativa (...) No se puede
actuar como un robot… Entre
el argumento fílmico desdoblado en la coproducida por A24, se vislumbran las aspiraciones del grupo conformado por
Fuckshit (Olan Prenatt), Ray (Na-Kel Smith), Ruben (Gio Galicia) y Fourth Grade (Ryder McLaughlin), fiesta, universidad,
una tabla nueva o la dirección cinematográfica.
La cinta se filma bajo el lema
“no soporto tanta mierda”, pues desde los primeros cuadros, con paredes teñidas
de color verde pistache, se denota la opresión de un hermano mayor hacia el
pequeño en un intento de sacar la ira acumulada desde su infancia y develada
casi a mitad del film. Mientras que el principio se hace con un combinado de los
créditos, proyectando el trabajo colaborativo que rodea a los productos del
séptimo arte.
¿Evolución o involución? Durante
el rodaje, la disyuntiva moral debatida entre los modales y lo soez, Stevie se
introduce en aquella rebeldía “característica” en los adolescentes… En su
interpretativa, Suljic lo hace
natural y crea un pacto empático con su personaje y el espectador, sin mostrar
arrebatos arbitrarios, más bien justificados por la trama construida a través
del guion.
El vestuario seleccionado para
cada personaje joven acompaña el éter vivido en los noventa, las prendas
holgadas como protagonizando su físico, sin embargo, el escogido para el encarnado
por Sunny hace un incansable
esfuerzo por dar a conocer el fanatismo de éste hacia los videojuegos, series o
caricaturas de la época, como si el personaje no tuviera más que un atiborrado
de playeras estampadas en su clóset.
Wave of mutilation (Pixies),
Shitfit (Bad Brains), We’ll let you know (Morrisey), entre otras de rap,
componen algunas escenas casi completas hasta hacer desaparecer el diálogo, un
recurso nostálgico nuevamente.
La ópera prima del nominado en
dos ocasiones al Óscar combina una
reconstrucción nostálgica de la década de los 90, vista muy lejana después de
casi dos décadas de aquel ambiente, con un mensaje del consumo humano hacia la
autodestrucción iniciada en los núcleos familiares y desatada en los vicios,
sin poder reparar en ello (?).
Trailer
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