miércoles, 25 de septiembre de 2019

Un Amigo Abominable | Reseña



Por Indira García.

Las historias que se cuentan sobre pie grande y las criaturas del himalaya suelen ser de tipo terror o suspenso, pero en esta ocasión es un cuento para niños en una co-producción china-estadounidense.

El plot va de una chica adolescente que se encuentra con un yeti en su azotea, como si fuese un gatito perdido, está herido y asustado por lo que ella le ofrece comida y curarlo. En una interacción no gestual ella logra entender que él está esperando regresar a su hogar y ella le confiesa que está pasando por el duelo de la pérdida de su padre. En conexión a esto, la chica recuerda el deseo de su padre de que ella viajara por el mundo y el que siempre cargaba con su violín y tocaba para ella. Por coincidencias de la vida, uno de sus amigos y el primo de éste se embarcan también en el viaje para regresar al yeti, a quien llaman Everest, a su hogar.

Durante su travesía se dan cuenta de que Everest es solo un niño, se comporta como bebé y aún sigue aprendiendo sobre lo que puede y no hacer. La magia es una de las habilidades que aprende con ellos y que es su principal herramienta para sobrevivir el viaje. En la contraparte, está un villano que quiere capturarlo pues toda su vida había girado en torno a la investigación y confirmación de que sí era una criatura real; mientras que su aliada es una científica francesa que finge ser amante de los animales y supuestamente su preocupación principal es la captura del yeti para su conservación y bienestar.


Al desarrollarse en China hay cientos de guiños a su cultura y costumbres, visualmente es muy bonita y muestran paisajes de importantes localidades de singapur y todo lo que queda de por medio entre ahí y el Himalaya. Simbolismos, metáforas, una preciosa paleta de colores brillante y una animación cuidada hasta el mínimo detalle complementan la parte visual que supera las expectativas.

En cuanto a la historia, es muy simple a primera vista e incluso suena un poco cliché pero conforme se desarrolla los personajes van tomando personalidad y profundidad, cada uno representa una fase de la vida. El más pequeño y Everest son la imagen viva de la infancia, el amigo el típico adolescente que va entre la rebeldía y el miedo al salirse de algún límite, la chica protagonista es la adolescente activa con un millón de ideas e ilusiones que no sabe cómo aprovechar y tiene miedo al qué dirán. Incluso el villano, él es un anciano amargado y aferrado a la misma idea que ha tenido toda la vida, cegándose y cerrándose a sí mismo otras oportunidades y perspectivas. 

En el acto final de la película, tenemos la redención de este personaje, el entendimiento de su error y aceptar que por su culpa y la de nadie más, su vida es miserable; una acción que poco se ve así de claro en películas de cualquier género.

Claramente va dirigida a un público infantil, el mensaje de la amistad y unión que van desde los vínculos familiares de los que desprenden nuestras raíces hasta los lazos que se pueden tener con otros no consanguíneos y la importancia de ambos. El proceso de duelo en paralelo al ímpetu y la valentía que se requiere para salir de nuestra zona de confort para afrontar nuestros propios problemas y al mismo tiempo ayudar al prójimo quien lo necesita más que uno mismo. Entretenida y divertida, totalmente recomendable para verla en familia, con los más pequeños e incluso con los hijos adolescentes.

Trailer


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