El Faro | Reseña

Por Rodrigo Cárdenas.  

¡Saludos sangrientos lectores! Iniciemos el año comentando una de las Películas de género más esperadas de 2019 pero que estrenó en México el primero de enero de 2020, enfrentando feroz competencia con las otras dos películas de terror en la cartelera; el remake de Black Christmas y CATS. 

Neptuno está del lado del bien y por lo tanto, The Lighthouse se erige como la vencedora, obviamente.  

Robert Eggers dirigió y escribió The Witch (2015), uno de los films más importantes en la historia reciente del género, así que evidentemente su segundo trabajo sería esperado con vehemencia por parte de los fanáticos en aras de rendirle tributo a otro clásico.  

Así que muchas personas acudieron al cine el primer día del año para dejarse atrapar por éste Thriller Psicológico onírico que tal vez tenga muchas más sorpresas de las que imaginábamos.  

Naveguemos hasta el faro, ¡ARGGGH! 

¿DE QUÉ TRATA? 

Dos cuidadores de un faro en el Siglo XIX deben ingeniárselas para lidiar con el aislamiento y evitar perder la sanidad mental mientras esperan que sus reemplazos se presenten.

Entre maldiciones ancestrales, una paloma absolutamente ruda y tétrica, una sirena con libido bizarro, y una tormenta casi apocalíptica; todo parece indicar que nuestros protagonistas deberán hacer algo extraordinario además de preparar mucho café. 

 

COMENTARIOS.

Es importante comentarles que ésta no es una Película de Terror per se ya que puede dividir a los fans del género; en cambio, es un Thriller Psicológico con el nivel de suspenso necesario además de gore para considerarse parte del Terror.  

Los temas que trata son aislamiento, caracteres diferentes, monotonía, salud mental, desesperación, y una amistad imperfecta.

No me gusta el término Arthouse Horror, prefiero referirme a éste tipo de films como "sui generis" y en éste caso en particular, también encaja como un clásico de culto instantáneo. Si le tienes paciencia, serás compensad@ en muchos niveles.

Su look de Película Clásica tipo de los años 40's le da un toque de elegancia y misticismo; algo como lo que hacía Val Lewton, en especial mi absolutamente favorita de todos los tiempos I Walked With A Zombie (1943), y por supuesto, Cat People (1942). 

Derivado de lo anterior, es loable que el Sr. Eggers haya decidido ser lo más realista posible y estoy convencido que también quiso añadir ésa vibra tétrica que irradian las fotografías de ése tiempo. No sé cómo se llame ésa fobia, pero yo la sufro cuando veo fotos de ése tipo en bazares y tiendas de antigüedades. 

Mención especial para el Sr. Jarin Blaschke, fotógrafo de cabecera del Director y quien realiza un trabajo impecable. Ahora, también se puede percibir un look inspirado en Eraserhead (1977) o de aquel épico y ya mítico Episodio 8 de Twin Peaks (T3, 2017).

 

Así que en cuanto a la atmósfera, estamos ante una experiencia visualmente fantasmal que es acompañada por el estridente rugido del faro, quien funge como co-protagonista, y por si fuera poco, nos aterra una paloma con un solo ojo que es emisora de mensajes trágicos a futuro. ¿Será que Black Phillip re-encarnó y ahora prefiere vestir de blanco?

También, atmosféricamente es una vivencia impecable para una película de terror: Neblina, tormenta, seres mitológicos, pesadillas, tensión, sentido lúgubre, sirenas en medio de la niebla. 

La Dirección es estelar porque transmite a la perfección la desesperación y deterioro mental de los protagonistas además de ser respaldada por una estupenda producción, edición de sonido, ambientación, y sobre todo la atmósfera casi de pesadilla. Finalmente el Sr. Eggers nos regaló flashbacks perturbadores y escenas que podrían ser un Caravaggio viviente. 

Sobre el Soundtrack, solo diré que es una especie de secuela al de The Witch; o sea, etéreo, casi espectral. Sin embargo, lo que todos esperábamos era el duelo de actuaciones entre los protagonistas: Dafoe es un viejo lobo de mar y mastica magistralmente cada pedazo de diálogo que le ofrece un guión que pide a gritos una interpretación emanada desde las tripas. 

Pattinson es quien tiene mayor desarrollo físico y mental, y la salud mental del personaje es clave una vez que las situaciones importantes se situán en escenarios de supervivencia, claustrofobia, leyendas, maldiciones, y absurdos derivados del alcohol (por cierto, la escena etílica que implica una discusión sobre langostas les debería ameritar un Oscar o algo así a ambos actorazos).

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