Por María Lavanda.
Esta comedia negra centra a más de un personaje, comenzando por Fletcher (Hugh Grant), un afeminado y desinhibido espía que irrumpe en la casa de uno de los trabajadores (Charlie Hunnam) más fieles del gángster del momento, Mickey Pearson (Matthew McConaughey) un empresario formado por sí mismo y hecho burócrata por sus grandes habilidades para negocios con los de esta clase. El imperio Pearson se ve irrumpido por el rumor de su retirada, lo cual desata propuestas exorbitantes de dinero, sabotajes, muertes, saqueos y demás, todo esto contado claro, al estilo de nuestro director de acción preferido, Guy Ritchie, es decir, con excelentes diálogos de humor británico, juegos de palabras y sobretodo sus ya conocidos “modismos locales”
Después de un su último filme, Aladdin (2019) esperamos el regreso de las películas “políticamente incorrectas” del director de Snatch: Cerdos y Diamantes. Los caballeros es una clara muestra de la adaptación al cine actual del director británico, pues algo que siempre va a destacar de sus cintas es: el vestuario, guión, soundtrack, escenas, entre otras.
Hablando de vestuario, Ritchie nos regala una sátira al estilo “burgues” londinense como es de costumbre, en específico de un par de gángster que se ensucian las manos con sangre para estar 100% presentable en sociedad, contrastando con un entrenador (Collin Pharrel) de buen corazón pero peligroso, con juegos deportivos de las mejores marcas conocidas por el mundo de la moda, haciendo gran referencia a estos grupos de “hooligans” de la ciudad del Big Ben.
Los Caballeros es justo una cinta llena de referencias y sátiras a grupos de pandillas londinenses, familias de granjeros, burgueses con problemas familiares y sobretodo, políticos y empresarios sentidos con sed de venganza, principal referente para que Guy Ritchie haga una historia.
Los Caballeros es justo una cinta llena de referencias y sátiras a grupos de pandillas londinenses, familias de granjeros, burgueses con problemas familiares y sobretodo, políticos y empresarios sentidos con sed de venganza, principal referente para que Guy Ritchie haga una historia.
Otro punto que podemos darle a nuestro director de Rocknrolla, es la inclusión de la mujer con un papel principal y sobretodo fuerte; Michelle Dockery, interpreta a la esposa del magnate de la Marihuana Mickey Pearson (Matthew McConaghey), la cual siempre aparece en las reuniones de negocios del esposo, y quien también aparece con su propio negocio de taller de carros de lujo. Además de ver a una mujer empoderada, observamos también el cuidado con el que es tratado este personaje en la cinta, el respeto que le tiene el personaje del Sr. McConaghey le da un toque de comedia realzando la vanguardia social, sin perder el toque frío y crudo que tiene el director para matar, torturar y vengar.
Si bien la cinta nos regala un triunfal regreso de Ritchie a pantallas grandes como el masacrador de criminales, escenas violentas con gracia y drama lingüístico en medio de una pelea, esta vez se debe admitir que faltó una variación de buen Soundtrack. Comenzó con un buen estruendo al principio utilizando toques de funk con, El Michels Affair, sin embargo, la cinta se va tornando con sorpresas y escenas nada predecibles. Conociendo a Guy Ritchie se espera que adorne ese sentir con una buena canción ahora con el estilo que presentó de Soul Beats, a diferencia de la locura de alternativo que percibimos en Rocknrolla (2008).
Es muy temprano para predecir que este filme de Ritchie esté en muchas nominaciones próximamente, pero es casi seguro la inclusión a mejor vestuario para la entrega del Oscar 2021, que fue el cual superó por mucho esta vez el director.
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