Por Carolina García.
En el 98, Eddie Murphy, bajo la dirección de Betty Thomas, protagonizó el éxito hollywoodense de la comedia infantil, Dr. Dolittle. Así, la historia ha sido retomada una vez más por la industria cinematográfica, ahora, a través del director Stephen Gaghan donde se resitúa al personaje estelarizado por Robert Downey Jr., en la época victoriana.
Luego de lanzarse a "la fama mundial" tras encarnar al icónico superhéroe del Universo Cinematográfico Marvel, en Avengers, Downey Jr. abandona la piel de Iron Man para convertirse en Dolittle, un doctor que posee la característica habilidad de comunicarse con los animales. Su personalidad se perfila por la repulsión hacia la humanidad y la miserable condición de destrucción que permea en el ser humano, una de las razones por las que este excéntrico médico no sale de su mansión donde habita con un gran mundo animal, donada por la reina Victoria.
Dolittle se embarca en una aventura, al lado de sus amigos animales, hacia el árbol del Edén para obtener el fruto que salvará a la reina de Inglaterra de una enfermedad mortal. Enemigos humanos, animales, el clima y seres mitológicos construyen los obstáculos durante la travesía.
Los primeros fotogramas de la producción se llevan a cabo a través de una animación que luego de unos minutos da pauta a un live action. Ésta se hace para dar a conocer un efímero planteamiento del problema, casi como pasa todo el rodaje en escasos 102 minutos: todo se plantea y todo se resuelve sumamente rápido.
El rodaje distribuido por Universal Pictures tiene una cuidadosa selección en el reparto, así como de su caracterización. Tom Holland, Emma Thompson, Selena Gómez y John Cena son algunas de las voces que construyen el mundo animal de Dolittle, sin embargo, hay un profundo descuido en la premisa, pues se compone de acciones exageradas y hasta absurdas, lo que vuelve muy notable la falta de sustento/puntos verosímiles (aún dentro de la acepción de un mundo extra-natural) durante el desarrollo y resolución de ella. Al elenco se suma un actor, también conocido internacionalmente, con un personaje no muy usual en lo acostumbrado dentro de su filmografía, Antonio Banderas como el padre de la esposa fallecida de Dolittle se desenvuelve como un antagónico que luego (Spoiler Alert) se vuelve un apoyo para el doctor.
Aunque esta nueva adaptación de la literatura infantil tiene una extensa labor con la apariencia de los animales, gracias a títeres y pantallas verdes, no hay tensión, miedo o suspenso por el desenlace, pues desde su inicio da muchas pistas al espectador para predecir el final sin ser visto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario